Más de una semana ha transcurrido desde que huyera la exprimera ministra, Sheikh Hasina, y el nuevo gobierno de Bangladés se afana en borrar su huella de las instituciones y mitigar la violencia sufrida por la minoría hindú. «La ley y el orden son prioritarios para que la gente pueda sentarse tranquilamente o acudir al trabajo», ha aclarado Muhammad Yunus, Nobel de la Paz y líder del Ejecutivo interino.

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