Como la mayoría de sus ciudadanos que huyeron de la capital, París también se tomó unas vacaciones. Dejó de lado su pesimismo, su malestar y su crisis política para crear una burbuja olímpica casi perfecta. Tras varias semanas de fiesta, deporte y comunidad, llega la resaca que puede ser olímpica y que para muchos ya tiene un nombre: La “JOstalgie”, o la nostalgia que dejan estos Juegos Olímpicos de París. 

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