Siete de cada 10 personas jóvenes que trabajan en España (70,4%) siguen viviendo en el hogar familiar. Ni siquiera un sueldo les permite el acceso a una vivienda, lo que tiene sentido si se tiene en cuenta que el precio del alquiler en 2023 fue el más alto de la historia: unos 968 euros de media por un piso al mes. La precariedad laboral tampoco ayuda.
La nueva edición del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España muestra que, pese a que durante el segundo semestre de 2023 haya mejorado algo la tasa de emancipación, todavía hay un 83% de la población joven que no puede irse de casa de sus padres. Son más de seis millones de personas.
Cuando lo hacen, tienen de media 30,4 años. En comparación con la media europea, son cuatro años más. La tasa de emancipación en España también era 14,9 puntos más baja.
Los responsables de este Observatorio echan gran parte de la culpa al precio de los alquileres, que se ha incrementado un 10% en solo un año. El precio de los suministros crecía incluso más (un 17,3%), situándose en 163,61 euros al mes.
A esta ecuación hay que sumarle la precariedad laboral. Durante el cuarto trimestre de 2023, el salario mediano de una persona joven era de 1.050,77 euros netos en 12 pagas. Por eso, apuntan, ni siquiera con todo su sueldo podría permitirse alquilar una vivienda en solitario. Sobre todo cuando el precio del alquiler ha subido 2,5 veces más que los salarios de las personas jóvenes.
«La indepencencia no debería significar enfrentarse a una lucha constante para llegar a fin de mes, pero esa es la realidad a la que nos enfrentamos muchas de nosotras diariamente», ha denunciado Andrea González Henry, presidenta del Consejo. Además, la tasa de riesgo de pobreza subió un punto con respecto a 2022, afectando a tres de cada 10 personas jóvenes en España. El 22,8 % de las personas jóvenes trabajadoras también se encontraban en riesgo de pobreza.
La tasa de emancipación mejora, pero no lo suficiente
Con todo, el Consejo de la Junventud de España ha indicado este lunes que la tasa de emancipación ha seguido una tendencia positiva durante el segundo semestre de 2023, situándose en el 17%. Mejora, aunque continúa siendo 1,6 puntos debajo de la cifra alcanzada antes de la pandemia por coronavirus y 8,9 puntos por debajo de la que había antes de que estallara la Gran Recesión de 2008.
A pesar de que la tasa de emancipación subió en el conjunto del Estado, en las Islas Baleares, Extremadura, la Región de Murcia, Navarra y La Rioja hubo un porcentaje menor de personas jóvenes emancipadas que en 2022.
También había grandes diferencias entre las tasas de emancipación de las distintas comunidades: si en Cataluña el 20,6% de las personas jóvenes vivían fuera del hogar familiar, el porcentaje en Extremadura era del 13,6 %, siete puntos porcentuales menos. La explicación que dan es que muchas personas jóvenes deben dejar sus provincias para irse a aquellas donde hay más trabajo, especialmente en Madrid y Barcelona.