El Sol, aunque nos proporciona vitamina D y nos ayuda a sentirnos bien, también puede dañar nuestra piel. Las quemaduras solares, el enrojecimiento y la deshidratación son algunas de las consecuencias de una exposición prolongada al Sol. Por eso, es fundamental cuidar nuestra piel después de tomar el Sol. Y aquí es donde entra en juego el aftersún.

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