Las actividades de investigación realizadas por Irán podrían haberlo dejado en una mejor posición para reactivar su programa de armas nucleares, según informaron el viernes medios estadounidenses.

El Wall Street Journal señaló que la directora de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, Avril Haines, advirtió en un informe al Congreso el mes pasado que Irán ha llevado a cabo actividades que le permitirían producir un dispositivo nuclear, si así lo decide.

El informe de Haines no incluyó la afirmación que la inteligencia estadounidense ha mantenido durante mucho tiempo, que indica que Teherán no está involucrado en las actividades clave de desarrollo de armas nucleares necesarias para producir un dispositivo comprobable. Sin embargo, un funcionario estadounidense declaró al Journal que, aunque Irán aún no ha decidido fabricar una bomba nuclear, el camino hacia ella podría estar facilitado si opta por hacerlo.

Aunque la investigación iraní no parece acortar el tiempo necesario para desarrollar una bomba, podría reducir la brecha de conocimiento que enfrenta Teherán en el dominio de la tecnología para construir un arma, afirmó el funcionario estadounidense, sin ofrecer detalles específicos sobre los recientes trabajos nucleares de Irán.

El informe también resalta un aumento notable en las declaraciones públicas iraníes sobre armas nucleares durante este año, lo que podría indicar que el tema está perdiendo su carácter tabú. Independientemente de si Irán decide o no fabricar un arma nuclear, parece que desea utilizar su programa atómico para influir en las negociaciones y responder a la presión internacional percibida.

Una portavoz de las oficinas de Haines respondió al informe afirmando que «Irán no tiene un programa nuclear militar activo».

El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, advirtió el mes pasado que Irán podría producir material fisible necesario para una bomba atómica en tan solo una o dos semanas, aunque aclaró que Teherán aún no ha tomado medidas para ensamblar un arma. Blinken reiteró que Estados Unidos no permitirá que Irán obtenga un arma nuclear y que sigue prefiriendo la vía diplomática para evitar tal escenario.

Desde que colapsó el acuerdo nuclear de 2015 tras la retirada unilateral de EE. UU. en 2018, Irán ha intentado enriquecer uranio cerca de los niveles necesarios para fabricar armas, lo que según las potencias occidentales no tiene una justificación civil creíble. Aunque Irán sostiene que sus objetivos son pacíficos, recientemente ha sugerido que podría modificar su «doctrina nuclear» si es atacado o si su existencia es amenazada por Israel, lo que ha generado preocupación en la Agencia Internacional de Energía Atómica y en varias capitales occidentales.

El mes pasado, en medio de las elecciones presidenciales de Irán, se informó que los líderes iraníes estaban evaluando la posibilidad de avanzar en la producción de armas nucleares. El presidente actual, Masoud Pezeshkian, ha abogado por mantener «relaciones constructivas» con los países occidentales para «sacar a Irán de su aislamiento» y apoya la reactivación del acuerdo nuclear de 2015.

Ante estas crecientes preocupaciones, se ha informado que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha restablecido varios grupos de trabajo destinados a abordar la amenaza del programa nuclear iraní.

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