Hace tiempo que Brahim Díaz viene demostrando que es capaz de ser un jugador importante en el Real Madrid. Sin embargo, reside en esa zona borrosa que tienen las plantillas de todos los grandes equipos en la que no se es ni titular indiscutible ni suplente reiterado.

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Además, con sus actuaciones, se ha ganado el apelativo de ‘revulsivo’ y eso, evidentemente, es positivo pero también un tanto definitorio. Y Brahim no quiere eso. Así pues, el internacional marroquí ha ‘peleado’ durante esta pretemporada que ha completado en su totalidad para, al menos, poner las cosas difíciles a Ancelotti que después de sacar adelante los tres partidos de la gira con los Endrick, Güler o el propio Brahim, ahora ve que puede contar con Vinicius, Bellingham o Mbappé y tiene un ‘problema’. 

Mejorar en calidad y en cantidad

Por tanto, el reto de Brahim que, parte por detrás de varios hombres de ataque, es el de dar caza a Rodrygo, con el que siempre se le ha comparado y al que, dejando a un lado a Vinicius o Mbappé, le podría ganar un pulso. 

De hecho, ya la temporada pasada se quedó cerca en cuanto a importancia y con 12 goles y 9 asistencias en 44 partidos estuvo a punto de quedarse con dobles dígitos. Es por ello que la final de la Supercopa de Europa ante la Atalanta de la próxima semana, aunque parte como teórico suplente, se presenta como un partido muy importante para el en el que puede empezar a revertir desde la primera parte de la temporada su status en un año que apunta a ser muy exigente para el Real Madrid



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