Arshad Nadeem solo cuenta una jabalina en su colección. Puede sonar a poco para un atleta de élite que precisamente se dedica al lanzamiento de este artefacto, pero para él ha sido más que suficiente. Así lo demostró este jueves, cuando conquistó el oro olímpico para Pakistán, rompiendo así una larga sequía de 40 años sin medallas doradas, y firmó de paso un nuevo récord olímpico en los Juegos con los 92,97 metros que alcanzó gracias a su singular técnica. Pero es que la historia no acaba ahí, porque nada de eso hubiera sido posible sin la ayuda de su gran rival.

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