La subida de los precios de los alimentos ha provocado que cada vez sean más los consumidores los que recurren a los productos congelados para ahorrarse unos cuantos euros. Este tipo de artículos suele tener un precio más bajo. También hay quién opta por comprar producto fresco y después congelarlo para llenar la nevera y evitar que los alimentos se estropeen rápidamente.
Los alimentos congelados tiene una mayor duración, pero puede ocurrir algunas cuestiones que pongan en peligro los productos y quizá nos impidan utilizarlos para nuestros platos. Si quieres asegurarte de que los alimentos que se encuentran en tu congelador son óptimos para el consumo, te traemos un truco infalible que te será muy útil sobre en esas temporadas en las pasas un tiempo fuera de casa.
Para averiguar si la nevera ha sufrido algún fallo y comprobar si realmente los productos están en mal estado hay un llamativo método que te ayudará a salir de dudas. Un truco “low cost, pero muy bueno”. Lo primero que hay que hacer es llenar un vaso de agua y después meterlo en el congelador hasta que cristalice. Después se pone una moneda encima.
Con este método, si se corta la luz en tu casa mientras no estás, en función de lo hundida que esté la moneda, vas a saber si la comida llegó a descongelarse o si fue algo muy breve y aún es segura de consumir.