Una de las grandes historias que nos deja los Juegos Olímpicos de París más allá de lo meramente deportivo tuvo como protagonista al amor.

Laura Martínez fue una de las primeras españolas en competir en la cita parisina, en la categoría de -48 kilos en judo. Laura compitió el día en que Fran Garrigós logró el, hasta ahora, único bronce de la delegación española, y ella se quedó a las puertas de otra medalla de bronce.

Sin emargo, a la judoca, París le reservaba una sorpresa que no esperaba: su novio José Antonio le pediría matrimonio a los pies de la Torre Eiffel.

Su chico hincó rodilla, ella se emocionó, y la imagen de esa pedida de mano se ha hecho viral este martes en nuestro país, como otra de las historias emotivas que nos deparó la romántica París.




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