El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) pasa este martes su primera prueba de fuego con la elección del que será su presidente durante los próximos cinco años que está previsto que dure su mandato. Los 20 vocales deberán elegir entre los siete magistrados del Tribunal Supremo que ellos mismos propusieron el pasado jueves cuando tomaron posesión de sus cargos y celebraron el pleno constitutivo del órgano.
Todos los vocales consultados por este periódico niegan haber recibido indicación alguna sobre quién deben votar como presidente, a diferencia de Consejos anteriores, en los que la propuesta para entrar a formar parte del órgano de gobierno de los jueces venía acompañada del presidente al que debían votar. De ser cierto que esta vez los vocales elegirán a su presidente con total libertad es muy posible que se necesiten varias votaciones para elegir a uno de entre los siete magistrados propuestos.
Los nombres que están son sobre la mesa son los de Pilar Teso, Ana Ferrer, Ángeles Huet, Antonio del Moral, Pablo Lucas, Carmen Lamela y Esperanza Córdoba. Desde el sector progresista se asegura que ha llegado el momento de que el Poder Judicial sea presidido por una mujer, en sintonía con lo manifestado en varias ocasiones por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Pero que la elegida tenga que ser una mujer no está tan claro para los vocales nombrados a propuesta del PP, de entre cuyas filas salieron los nombres de Del Moral y Lucas.
En cualquier caso los nombres que suenan con más fuerza para asumir la presidencia son los de Pilar Teso y Ana Ferrer, pero está por ver cómo se desarrolla la reunión. La primera, magistrada de la Sala de lo Contencioso, ya fue propuesta en 2013 para presidir aquel CGPJ, pero solo obtuvo cuatro votos frente a los 16 que logró Carlos Lesmes. Ferrer fue la primera mujer en llegar a la Sala Segunda del Supremo y participó en el juicio del ‘procés’. Recientemente hizo un voto particular al auto de sus compañeros al ser la única a favor de aplicar la amnistía a los líderes independentistas condenados por el 1-O.
El sistema de elección pasa por realizar una primera votación en la que caerán el candidato o candidatos menos votados, trámite que se irá repitiendo hasta que queden solo dos nombres sobre la mesa, entre los que se designará al que primero obtenga al menos 12 votos, ya que solo podrá ser elegido el que logre reunir una mayoría de tres quintos.
En el caso de que ninguno de los dos consiga esa mayoría, el pleno se repetiría al día siguiente para realizar una nueva votación entre ambos. Si ninguno logra 12 apoyos, se tendría que celebrar un tercer pleno en el que se tendría que volver a elegir entre los siete magistrados propuestos en el pleno de la semana pasada.
Si fuera necesario llegar a esta votación, sería sinónimo de lo complicado que va a tener el Consejo que más se ha hecho esperar de la historia para alcanzar cualquier tipo de acuerdo que supere la división entre los bloques conservador y progresista, en los que se sitúa a los vocales en función del partido que les ha propuesto para formar parte del órgano de gobierno de los jueces.
