Catorce consejerías, una cartera más y un cambio mucho más profundo de lo que, a priori, parecía. Se crea la Consejería de Cultura y Deporte con Patricia del Pozo que regresa a estas competencias; Arturo Bernal se queda con Turismo y asume Acción Exterior; Catalina García llega a la consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente y deja la de Salud, cuya responsabilidad recaerá en Rocío Hernández Soto. Además, Carmen Castillo, inspectora de Educación, llega a la Consejería de Desarollo Educativo.
Uno de los cambios más significativos es el relativo a las competencias que tenía en esta última etapa Ramón Fernández-Pacheco. La salida de Carmen Crespo como eurodiputada en el Parlamento Europeo provocó que el también portavoz del Ejecutivo andaluz asumiera bajo su dirección una macroconsejería con las competencias de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Circular a las que sumó las de Agricultura y Pesca.
A partir de ahora, Fernández Pacheco se centrará en las políticas de Agricultura y Pesca y la portavocía pasa ahora a defenderla Carolina España, que se mantiene como consejera de Economía y Hacienda.
Ninguna salida, una cartera más y dos nuevas caras
Pese a las especulaciones, no sale ningún nombre del Ejecutivo andaluz. «El Gobierno de Andalucía está funcionando de manera razonable, procurando que los aciertos sean más, muchos más que los errores», ha declarado Moreno al inicio de su intervención.
El resto de consejeros mantienen sus carteras y funciones: Antonio Sanz (Presidencia), Loles López (Igualdad), José Antonio Nieto (Justicia, Administración Local y Función Pública), Rocío Díaz (Fomento y Vivienda), Rocío Blanco (Empleo), José Carlos Gómez Villamandos (Universidades) y Jorge Paradela (Industria y Energía).
El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, ha informado desde el Palacio de San Telmo de la remodelación en el Gobierno andaluz con más de 30 minutos de retraso respecto a la hora prevista en una comparecencia sin preguntas que pone fin a todas las especulaciones que han surgido en estas últimas semanas.
Uno a uno y en persona en San Telmo
Desde primera hora de la mañana, el presidente de la Junta ha citado en el Palacio de San Telmo a sus consejeros. Uno por uno en persona han desfilado por su despacho para escuchar la lectura que el líder andaluz hace de la gestión de sus respectivas carteras en este ecuador de legislatura en una jornada en la que todos han bloqueado sus agendas.
El presidente anunció, a través de su equipo, que informaría a partir de de las 14.30 en una comparecencia sin preguntas de los cambios en el Gobierno. La última rueda de prensa con medios que ofreció Moreno fue la protagonizada por el acuerdo de Doñana con la ministra Ribera el pasado 23 de febrero para hacer seguimiento sobre el pacto para frenar los regadíos ilegales del entorno del parque y la situación de sequía de la comunidad. Una rueda de prensa que, con todo, tuvo entonces un cariz prácticamente monotemático.
Hay consejeros que, a lo largo de la mañana, regresaron de vuelta a sus consejerías trasladando a sus equipos que no hay cambios y que se mantienen en sus puestos, tras la conversación mantenida con el presidente.
Ocho meses de teorías y quinielas
Los «retoques» o «cambios mínimos» a la estructura de su Ejecutivo ha sido el tema por excelencia de los últimos días en los corrillos de políticos y prensa a los que también se ha apuntado la oposición. No ha habido día en que no haya surgido una nueva teoría o lectura acerca del calado de estos cambios que, como tal, en puridad se lee como una crisis de Gobierno a los dos años de iniciar esta legislatura.
Esto ha creado un estrés y tensión que se ha notado de manera evidente más en unos equipos que en otros.
Cultura desgajada de Turismo, en la picota
Uno de los nombres que más se han puesto encima de la mesa, por la oposición en primer lugar pero también internamente, ha sido el del consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal. Un cambio barajado ha sido desgajar Cultura y otorgarle una consejería única aunque también se habría valorado su regreso a manos de Patricia del Pozo para unirlo con Educación.
El asunto de los cambios de más o menos fuste y calado viene alimentándose desde que, en el último Consejo de Gobierno de diciembre pasado, hace ya casi ocho meses, Moreno trasladó a su equipo de consejero que abría la puerta a cambios a luz del efecto spa que estaba detectando en un Ejecutivo que cuenta con mayoría absoluta en el Parlamento de Andalucía.
