París 2024 vivió una de esas jornadas mágicas, con Rafa Nadal y Novak Djokovic enfrentándose en la arcilla de Roland Garros. Se juntaron 46 títulos de Grand Slam en un mismo partido. La victoria fue para el serbio en dos mangas por 6-1, 6-4 (1h40′), dominando el encuentro a placer. La gente esperaba una dura batalla entre dos leyendas del tenis, pero las diferencias fueron grandes. 

“Estoy muy aliviado de ganar el partido después de confiarme más de la cuenta en el segundo set”, confesó Djokovic. “No le puedes dar oportunidades a Nadal y menos en esta pista. Fue muy duro cerrar el partido”, sentenció el serbio. “Aprecio mucho este partido porque llevamos 20 años peleándonos en esta pista. Partidos así nos beneficia a los dos. Él no estaba en su mejor momento, pero hemos disfrutado mucho sobre la pista”, añadió el campeón.

“Estoy muy aliviado de ganar el partido después de confiarme más de la cuenta en el segundo set”


Novak Djokovic

“Aprecio mucho este partido porque llevamos 20 años peleándonos en esta pista. Partidos así nos beneficia a los dos»


Novak Djokovic

Esta era la segunda vez que Nadal y Djokovic se encontraban en unos Juegos Olímpicos, tras su enfrentamiento en las semifinales de Pekín 2008, donde ganó el mallorquín y se terminó llevando el oro -Djokovic fue bronce-. La pista Philippe Chatrier se llenó totalmente, con más de 15.000 personas y con un ambiente de estar viviendo un “último baile” de una rivalidad histórica.

La rivalidad más icónica del tenis fue la que mantuvieron Roger Federer y Rafa Nadal por el contraste de sus estilos de juego. Un partido que se repitió en 40 ocasiones. Sin embargo, la mayor rivalidad de la historia del tenis por cantidad de enfrentamientos es el Nadal-Djokovic. En París fue su partido número 60, todo un récord que domina el serbio con 31 victorias por las 29 del balear. Precisamente, ambos jugadores también tienen el récord de más enfrentamientos en Roland Garros con 11, con dominio claro del mallorquín por 8-3.

Novak Djokovic comenzó el partido con cautela para no fallar. Con su ritmo progresivo martilleante que va ganando terreno poco a poco sin que el rival se dé cuenta. Eso es lo que le ocurrió al mallorquín, que en un visto y no visto, en 39 minutos, vio cómo se quedaba sin el primer set. La intensidad del juego del serbio fue demasiado alta para el el español, que le costó encontrar su ritmo, con muchos restos en el cuadro de saque a merced de su rival. Djokovic controló muy bien el partido con su fantástico revés a dos manos, con bolas paralelas muy profundas que desconcertaron a Nadal.


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Ángel Rigueira

Nole’ Llegó al torneo olímpico después de un año irregular en el que fue finalista de Wimbledon (perdió ante Carlos Alcaraz), semifinalista de Australia (cedió ante Jannik Sinner) y cuartofinalista de Roland Garros, retirado ante Casper Ruud por lesión en la rodilla. Por su parte, Nadal se perdió Australia y Wimbledon y en Roland Garros cedió en el primer partido ante Alexander Zverev. La semana antes de llegar a París se fogueó en el ATP 250 de Bastad (Suecia), donde cedió en la final ante el luso Nuno Borges.

El segundo set fue empezó siendo más de lo mismo, Djokovic dominando la pista a placer y Nadal a remolque tratando de sorprender con bolas arriesgadas a las esquinas. El serbio se puso 4-0 arriba, pero entonces salió la garra de Nadal para obrar una remontada milagrosa de la nada. El mallorquín puso la igualdad en el marcador 4-4 con un break que fue el mejor punto del partido, con un intercambio de golpes que llenó de nostalgia a los presentes, recordando las batallas más feroces que libraron sendos protagonistas en tiempos anteriores. Rafa sacó el orgullo para maquillar un marcador que estaba siendo demasiado doloroso. El público cantando, coreando “Rafa, Rafa”, con la esperanza de alargar un espectáculo único. Pero el serbio ordenó las ideas, calmó su juego y rompió el servicio del español para terminar sentenciando el encuentro con su saque. Esta es la cuarta vez que Djokovic accede a la tercera ronda del torneo olímpico, el único gran título que le falta en su palmarés y eso que ha competido en las últimas cinco citas (Pekín 2008, Londres 2012, Río 2016, Tokio 2020 y París 2024).



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