Navalmoral de la Mata (Extremadura) se debate entre la cautela y la esperanza, ante las noticias relacionadas con la remodelación del proyecto para ajustar la producción por parte de AESC Envision, tal y como adelantó El periódico de Extremadura. El empresariado da por hecho que el proyecto saldrá adelante y con ello la explosión económica que ya se empieza a notar. Las dudas sobre cuál será la dimensión final hacen que el presidente del Círculo Empresarial Moralo, Ramón Barbado se muestre precavido: «Es un proyecto importantísimo para Navalmoral, es como si esperáramos un terremoto, aunque no sabemos la magnitud que tendrá». Ya hay quien se ha adelantado a la materialización de la gigafactoría: «Hay inversión, compra de edificios vacíos, afectados por la crisis de la ‘burbuja’ de la construcción, también de terrenos».
Aún más cautela muestra el Ayuntamiento de Navalmoral, cuyo alcalde, Enrique Hueso aguardará «a conocer el nuevo proyecto» antes de pronunciarse. «Hasta ahora, el único proyecto que conozco es el que presentó el presidente Sánchez hace algo más de dos años: 3.000 puestos de trabajo y 10.000 indirectos«, con una inversión de 2.500 millones de euros.
El difícil mercado del coche eléctrico en Europa
Existen motivos para pensar que la revisión del proyecto no se traduce en un «marcha atrás» definitivo por parte del inversor. Fuentes del sector energético reconocen que la situación del mercado del vehículo eléctrico en Europa (con mucho menos implantación que en Asia, por ejemplo) hace que el proyecto tenga que ser repensado hasta disponer de la ansiada cartera de clientes, pero insisten en que, al fin y al cabo, siempre se habló de tres fases distintas, si bien la producción tendrá que ajustarse a la demanda en el continente.
La multinacional está obligada a certificar la inversión antes de final de 2027 o tendría que devolver el total de la cantidad con intereses, «lo que, al margen del socavo económico causaría un daño reputacional muy grave» a la firma
Envision AESC mantiene acuerdos con las empresas que aspiran a explotar las minas de litio extremeñas para que sean sus proveedores de materias primas. Por otro lado, al haber cobrado ya 200 millones de ayudas del Perte (los 100 restantes son en forma de créditos blandos), la multinacional está obligada a certificar la inversión antes de final de 2027 o tendría que devolver el total de la cantidad con intereses, «lo que, al margen del socavo económico causaría un daño reputacional muy grave» a la firma. El proyecto financiero presentado se apoya, además de recursos propios, en dos líneas de ayudas, una, los fondos de Resiliencia (los ya cobrados del Perte) y otra, la de Incentivos Regionales. Ambos están vinculados al desarrollo del territorio donde se asienta el proyecto subvencionado. Esta última línea aún no ha sido activada por la empresa porque no puede ser aplicada a la misma unidad productiva que los primeros. Para acceder a ellos, Envision AESC tendría que llevar adelante una segunda fase en la factoría.
Nueva declaración de impacto ambiental
El nuevo proyecto que se tiene que presentar antes de que acabe este año podría quedar reducido a la primera de las tres fases. Y eso aparejaría repetir trámites como la declaración de impacto ambiental, por lo que será necesario, más que nunca, el acompañamiento institucional y el entendimiento con el inversor.
El nuevo proyecto que se tiene que presentar antes de que acabe este año podría quedar reducido a la primera de las tres fases. Y eso aparejaría repetir trámites como la declaración de impacto ambiental, por lo que será necesario, más que nunca, el acompañamiento institucional y el entendimiento con el inversor.
Una de las instituciones implicadas, la Junta, se acoge a la misma prudencia que piden los empresarios: «el gobierno extremeño va a seguir respaldando el proyecto y ayudando a la empresa Envision en todo aquello que precise para llevarlo adelante», se limitan a señalar.
Mientras, el secretario regional del PSOE Miguel Ángel Gallardo, reprocha a la Junta que no se muestre lo suficientemente «proactiva» frente al papel jugado por el anterior presidente, el socialista Guillermo Vara. Reclama que se proceda a licitar más infraestructuras ligadas a la fábrica, como una depuradora o el ramal de abastecimiento de agua desde Valdecañas al polígono de Navalmoral». Aunque en relación a esto último, lo cierto es que, de ajustarse el proyecto, a la gigafactoría la bastaría con el suministro propio del polígono y completarlo con agua procedente de la depuradora de la localidad. Y eso requeriría el permiso de la Confederación Hidrográfica del Tajo.
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