El deflactor de consumo privado PCE en Estados Unidos ha caído en junio hasta el 2,5% en tasa interanual, desdese el 2,6%, según los datos publicados este viernes por la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Comercio estadounidense. En cuanto a la inflación subyacente, se ha mantenido en el 2,6%, por lo que ambos indicadores han empeorado la previsión de consenso, que apuntaba a una moderación de la tasa general al 2,4% y de la subyacente al 2,5%.

En términos mensuales, la tasa general ha avanzado un 0,1%, por lo que acelera tras mantenerse sin cambios en mayo e iguala las previsiones de consenso. El indicador subyacente ha registrado un avance del 0,2%, por encima del 0,1% del mes previo y de las expectativas del mercado, que anticipaban otro 0,1%.

Los bienes se abarataron un 0,2% en el sexto mes del año, mientras que el coste de los servicios creció un 0,2%. En la comparativa interanual, se ha registrado una caída del 0,2% para los bienes y un aumento del 3,9% en el caso de los servicios. Por su parte, la energía vio como bajaban sus precios de media un 2,1% en el mes, aunque la comparativa interanual arroja un aumento del 2%.

Además, los ingresos personales subieron un 0,2% (50.400 millones de dólares) en junio, al igual que los ingresos personales disponibles (37.700 millones). Por su parte, los gastos de consumo personal treparon un 0,3% (57.600 millones).

Los analistas de Oxford Economics aseguran que «el moderado aumento de los precios dará a la Reserva Federal una mayor confianza en que la inflación está en camino de moderarse hacia su objetivo del 2%».

«Si bien no esperamos que las noticias sean tan buenas en los próximos meses, creemos que sería necesaria una desagradable sorpresa al alza en la inflación entre ahora y septiembre para descarrilar a la Reserva Federal de recortar las tasas en esa reunión», anticipan.

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