El 20 por ciento de la población de Estados Unidos cree en alguna teoría de la conspiración relacionada con las nuevas tecnologías, lo que amenaza la colaboración social y afecta a la capacidad colectiva de responder a las crisis, según un estudio.
A medida que la tecnología prolifera, la desinformación y las teorías de la conspiración parecen florecer. Las creencias conspirativas giran generalmente sobre tecnologías populares como Amazon Echo (un altavoz manos libres que se controla con la voz) y Google Search (el buscador de internet más usado del mundo), así como sobre tecnologías sin fines de lucro diseñadas para apoyar la salud, como las aplicaciones de rastreo de contactos.
Estas creencias conspirativas son bien conocidas, así como la forma en que la tecnología acelera la propagación de la desinformación. Sin embargo, lo que se entiende menos es lo que caracteriza a las teorías de la conspiración tecnológica y lo que hace que la gente se las crea.
Un nuevo estudio, realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Göttingen y otras universidades, es el primero en demostrar la extensión, las causas y las consecuencias de estas creencias. Los resultados se publican en la revista Information Systems Research.
Amplia encuesta
En una encuesta inicial entre más de 1.000 personas en los EE. UU. que eran representativas de la población general, los autores de esta investigación descubrieron que las creencias conspirativas tecnológicas estaban sorprendentemente extendidas en la sociedad.
A partir de los datos, para seis de cada diez teorías de la conspiración diferentes relacionadas con la tecnología, al menos el 20% de los participantes las conocían; y para cinco de cada diez de estas teorías, al menos el 20% creía en ellas.
Por ejemplo, el 67% de los encuestados ha oído hablar y el 36% está de acuerdo con la idea de que los altavoces inteligentes Amazon Echo escuchan a los usuarios incluso cuando el dispositivo está apagado, para manipular a la población.
Estudio de campo
Los investigadores completaron su investigación apoyándose en un estudio de campo y en tres experimentos. En el estudio de campo, el equipo de investigación analizó la formación de creencias conspirativas tecnológicas asociadas con la aplicación de rastreo de coronavirus en Alemania.
Un experimento sobre una tecnología de asistencia para automóviles inteligentes recién introducida arrojó información adicional sobre cómo no solo la tecnología, sino también el emisor de la tecnología, puede dar lugar a creencias conspirativas tecnológicas.
Además de la prevalencia y la aparición de estas creencias, los investigadores obtuvieron evidencia de que las creencias conspirativas tecnológicas tienen consecuencias perjudiciales más allá de la tecnología en sí.
Círculo vicioso
Los datos indican que el respaldo de las creencias conspirativas tecnológicas puede poner en marcha un círculo vicioso en el que los individuos desarrollan una “mentalidad conspirativa” dañina, interpretando cada vez más su entorno a través de la lente de las teorías de la conspiración.
Esto permitió a los investigadores proporcionar una comprensión inicial de qué tecnologías y de qué tipo las hacen más propensas a convertirse en el foco de las creencias conspirativas.
“Nuestra investigación revela la alarmante extensión de las creencias conspirativas tecnológicas en la sociedad y sus consecuencias devastadoras”, explica Manuel Trenz, profesor de Sistemas de Información Interorganizacionales en la Universidad de Göttingen.
Colapso social
Y añade: “la mentalidad fomentada por tales creencias está asociada con un colapso de la colaboración social y el debate político constructivo, lo que afectaría la capacidad de la sociedad para responder a futuras crisis”.
Simon Trang, otro de los autores, dice también al respecto: “esperamos que estos hallazgos creen conciencia entre los tomadores de decisiones, ya sean políticos o desarrolladores de tecnología, sobre los riesgos potenciales y las consecuencias a largo plazo”.
Esta investigación debería servir como un trampolín para que los investigadores aborden un problema que tiene implicaciones importantes tanto ahora como en el futuro, concluyen los investigadores.
Referencia
Deeper Down the Rabbit Hole: How Technology Conspiracy Beliefs Emerge and Foster a Conspiracy Mindset. Simon Trang et al. Information Systems Research 2024. DOI:10.1287/isre.2022.0494