La gestora de Semana Santa impulsará la actualización de los estatutos canónicos de la Junta de cofradías, que datan de 1980, para «adecuarlos a la nueva realidad de la Pasión zamorana», anunciaba ayer el comisario canónico, Raúl Román, antes de tomar posesión de su cargo junto a la presidenta Josefa Chicote y el resto del nuevo equipo formado por el obispo, Fernando Valera, arropado por presidentes de cofradías, con la ausencia de la expresidenta de la Junta y presidenta de Nuestra Madre, Isabel García Prieto.
Raúl Román concretó que «se creará un marco para una participación real y efectiva de cofradías y hermandades en la Junta, y que el estatuto ayude a esa dinámica, creo que hay una parte pedagógica en este tipo de normas que puede servir para esta etapa«, abundó.
Josefa Chicote, por su parte, llamaba a la «unidad para encauzar el futuro de nuestra Semana Santa por el bien de todas las cofradías y sus integrantes en un difícil momento», una celebración que «es parte de los zamoranos y su orgullo, perspectiva que es fácil perder en el día a día de las cofradías y debemos trabajar para recuperar ese espíritu de unidad«.
Fernando Valera descarta que su decisión de prescindir de presidentes de hermandades en el nuevo equipo de trabajo pueda abrir una brecha en su relación como obispo y estas formaciones. «Creo que no será así, no tengo nada en contra de ningún presidente, más bien las relaciones son estupendas y queremos el bien, la belleza, la verdad de nuestra Semana Santa, en eso estamos. Como en otros campos, la colaboración es total«, ha querido zanjar.
El poder de la «discreción»
A las críticas por el oscurantismo con el que muchos semanasanteros creen que actuó Valera en la formación de al gestor, echó mano de su línea de actuación, «siempre intento ser discreto y pedir discreción en todos los prolegómenos», tanto es así que «me fui unos días de retiro para tener silencio absoluto, pero igual que con los cambios de gobierno, todo lo intento hacer con discreción para que no haya filtraciones«.
Quiso despejar cualquier sombra de duda sobre su confianza en los presidentes como gestores de las cofradías para subrayar que «son los que llevan, los que gobiernan la Semana Santa, la Junta Pro Semana Santa no sustituye a ningún presidente», muy al contrario, la gestora «está a su servicio y de las cofradías. La Junta tiene encargada unas cuantas funciones que son las que vamos a salvaguardar».
Una ausencia que ha caído como un jarro de agua fría entre los dirigentes de las cofradías, una polémica que Valera esquiva al declarar que «no habrá problema porque los integrantes de la gestora son gente trabajadora, que será capaz y el objetivo es que funcionen los presidentes y la Junta».
El objetivo fundamental será el Museo de Semana Santa, «responder a ese gran reto», por lo que «no puede haber tres gestiones distintas», lo que explica que no exista fecha de caducidad para este equipo. El obispo ha concluido diciendo que «yo no quería limitar» el mandato, «hay que ver la situación y el futuro nos irá diciendo» para hacer un juego de palabras al indicar que «teniendo un amplio campo podemos reducirlo cuando creamos que todo está a punto».
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