La posición del PSOE sobre la investigación judicial a Begoña Gómez comenzó a sintonizarse durante los últimos días con la estrategia de la defensa para acabar acoplándose del todo este lunes. Después de que el juez citase como testigo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, los socialistas hablaron abiertamente de una “investigación prospectiva”, en línea con el abogado Antonio Camacho, exfiscal y exministro socialista Antonio Camacho, para advertir que este procedimiento está “prohibido”. Mientras Moncloa optó por el silencio tras conocerse la citación, Ferraz y el grupo socialista en el Congreso, a través de su portavoz Patxi López, asumieron la réplica para cargar ya no contra la acusación, sino contra las supuestas irregularidades que atribuyen al proceso y al juez Juan Carlos Peinado. Una “prevaricación de libro” y “lawfare”, según cuestionaron fuentes de la dirección en privado.

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