Mientras Estados Unidos se revuelve por el giro en la campaña presidencial, el primer ministro de Israel, Binyamín Netanyahu, aterriza en el país. De una crisis a otra. Después de un fin de semana de bombardeos sobre Yemen y de las crecientes presiones de los familiares de los rehenes israelíes para que acepte una tregua, este lunes Bibi viaja hasta Washington para realizar su discurso ante el Congreso estadounidense. A medida que la cifra de víctimas mortales asciende a 39.000 palestinos en Gaza, el líder israelí busca fortalecer las relaciones con su aliado histórico. A su vez, Netanyahu prevé apartar el foco de las agresiones israelíes a los palestinos y moverlo hacia las amenazas de Irán y sus aliados en la región. 

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