La confirmación de que la hormiga roja de fuego ya está en Europa anuncia una rápida expansión de esta especie invasora, muy peligrosa porque causa graves daños a los ecosistemas y daña a la agricultura. También tienen picaduras muy dolorosas que provocan reacciones alérgicas graves en las personas. La ciencia ciudadana puede ayudar a su erradicación.

Los entomólogos han confirmado la primera población de hormigas rojas de fuego en Europa. En Sicilia se han asentado peligrosos insectos invasores, que anteriormente se propagaban desde los trópicos de América del Sur a América del Norte, Australia, el Sudeste Asiático y muchas islas.

Como se señala en un artículo publicado en la revista Current Biology, las hormigas rojas de fuego ya pueden colonizar el siete por ciento del territorio de Europa y el Mediterráneo y, a medida que cambie el clima, habrá cada vez más zonas adecuadas para ellas en esta región. Esta es una mala noticia para los ecosistemas y la agricultura locales.

Son peligrosas

Las hormigas rojas de fuego ( Solenopsis invicta ) se encuentran entre las especies invasoras más peligrosas del mundo.

Los trópicos de América del Sur se consideran la patria de estos insectos, pero gracias a la gente se asentaron en los Estados del sur de los Estados Unidos, desde donde luego penetraron de forma independiente en otras partes de América del Norte, Australia, el sudeste asiático y muchas islas en menos de cien años.

Las hormigas rojas de fuego causan graves daños a los ecosistemas al desplazar a otras hormigas y consumir activamente invertebrados y pequeños vertebrados.

Además, dañan la agricultura y también tienen picaduras muy dolorosas que provocan reacciones alérgicas graves en las personas. Sin embargo, hasta ahora sólo ha sido posible deshacerse por completo de las hormigas rojas importadas en Nueva Zelanda.

Nueva colonización

Un equipo de entomólogos dirigido por Mattia Menchetti, del Instituto de Biología Evolutiva de Barcelona, ha descubierto que las hormigas rojas de fuego han colonizado otra región.

Mientras trabajaban en las cercanías de la ciudad de Siracusa, en Sicilia, en el invierno de 2022-2023, los investigadores encontraron 88 colonias de estos insectos invasores en un área de 4,7 hectáreas.

Este territorio se encuentra al borde de la ría y ha sido muy transformado por la acción humana, aunque se encuentra dentro de la zona de protección ambiental. Según los residentes locales, desde 2019 viven aquí hormigas que pican dolorosamente.

No está claro exactamente cómo se propagaron las hormigas rojas de fuego a Sicilia. Probablemente llegaron con carga al puerto de la vecina ciudad de Augusta, tras lo cual se asentaron alrededor de la isla en dirección sureste siguiendo la ruta de los vientos.

Posible procedencia

El análisis genético mostró que las hormigas del área de Siracusa pertenecen al haplogrupo mitocondrial H5, que se encuentra a menudo en el sur de Estados Unidos, China continental y Taiwán. Es probable que los insectos invasores llegaran a Italia desde alguna de estas regiones.

Según Menchetti y sus coautores, anteriormente las hormigas rojas de fuego se encontraban en Europa sólo en productos importados de otras regiones del mundo, como España, Finlandia y los Países Bajos.

La población de Siracusa ha sido la primera población silvestre de la especie que se ha establecido en el viejo continente. Sin embargo, ciertamente no será el último.

Posible expansión de la hormiga roja de fuego en Europa Current Biology


Amenaza continental

Los modelos muestran que alrededor del siete por ciento de Europa y el Mediterráneo son climáticamente aptos para las hormigas rojas de fuego. Se trata de tierras principalmente agrícolas.

Además, esta especie es capaz de colonizar la mitad de las zonas urbanas de ambas regiones, incluidas Roma, Madrid, Barcelona, París y Londres, así como muchos puertos marítimos, desde donde será más fácil expandirse.

Y a medida que el clima cambie, habrá cada vez más lugares en Europa donde las hormigas rojas de fuego puedan vivir.

Las ciudades costeras del Mediterráneo, altamente conectadas por puertos marítimos, son las más adecuadas para S. invicta, lo que favorecería su propagación en España, advierte el CSIC.

Si se consideran las predicciones del cambio climático, el escenario empeora gravemente porque una mayor parte de Europa pasaría a ser adecuada para la especie, añade el centro español.

Llamamiento a la ciencia ciudadana

La revista Science señala al respecto que los científicos ya están trabajando en un plan de acción para contener la invasión y que se necesita una respuesta rápida y coordinada.

“La ciencia ciudadana puede jugar un papel clave en la detección de S. invicta, dado que se encuentra con frecuencia en áreas urbanas y periurbanas. Es posible detectar estas hormigas debido a sus dolorosas picaduras y los característicos montículos de sus nidos, aunque la confirmación de un experto es esencial”, explica Menchetti, citada por el CSIC.

La ciencia ciudadana es una forma de participación pública en la investigación científica, en la que los ciudadanos colaboran con los científicos en la recogida, el análisis o la difusión de datos.

Puede ser una herramienta valiosa para combatir esta plaga, ya que permite obtener información más precisa y actualizada sobre su distribución y abundancia, así como implicar a la sociedad en la solución del problema.

Referencia

The invasive ant Solenopsis invicta is established in Europe. Mattia Menchetti et al. Current Biology, 2023. DOI:https://doi.org/10.1016/j.cub.2023.07.03