La revolución que experimentará el próximo curso la Formación Profesional (FP) en toda España con la nueva ley del Gobierno que extenderá las prácticas en empresas a todos los ciclos formativos desde el primer curso y a partir de los 16 años, entre otras novedades, genera dudas a priori entre los directores de los institutos de la provincia, pero también expectativas a medio y largo plazo. Por un lado, hay incertidumbre porque el hecho de que acceda todo el alumnado de primero a la empresa conlleva que la más de la mitad sean menores de edad, por lo que el seguimiento debe ser más exhaustivo y algunas empresas son reticentes a tener menores de edad trabajando en sus instalaciones, según han detectado en varios centros.
Por otro lado, la mayor flexibilidad para aprender una profesión y la experiencia que adquirirá el alumnado desde el primer momento, al estar en contacto con el mercado laboral, son las principales ventajas que le ven los directores. Eso sí, la impresión generalizada es que la transformación de la Formación Profesional costará un tiempo en materializarse y que este próximo curso será más bien un experimento.
«Vemos dificultad para encontrar empresas para todo el alumnado en determinados sectores compuestos por microempresas, ya que se duplica el número de alumnado que accede a esa formación en empresa», señala el director del Centro Público Integrado de Formación Integral La Torreta de Elche, José Andrés Gutiérrez Menargues.
Los directores también vaticinan una pérdida del control de la formación que se realiza en la empresa porque requiere de más estancia del profesorado en los centros de trabajo y en los casos en los que hay que enviar a 30 alumnos por grupo a diferentes empresas ven imposible controlarlo todo (y mucho más, sin asignación horaria al profesorado para esta tarea), tal y como explican desde este centro de Elche, lo que supondrá compaginar formación en el centro educativo y formación en la empresa para el profesorado.
Relacionado con lo anterior, la falta de formación en las mercantiles para realizar tareas de instructor del alumnado es otra de las pegas que han detectado desde el CEIF La Torreta, así como la falta de normativa e instrucciones con suficiente tiempo para implantarlo el próximo curso, algo que lamentan desde la mayoría de los institutos. Y es que por ahora, los directores solo tienen disponibles borradores y con frecuentes cambios.
En esta línea, desde el IES Canastell de San Vicente del Raspeig, su director Carlos Llorca, también comparte que ha «faltado difusión a las empresas. Los centros estamos acostumbrados ahí con unos plazos muy ajustados, pero las empresas necesitan tener más información». Por ello, considera que es necesario hacer una campaña de difusión mucho más amplia y mucha más didáctica.
Otro de los inconvenientes que añaden desde el IES Antonio José Cavanilles de Alicante es que hay mucho alumnado que está trabajando a la vez que estudiando un ciclo formativo. «Combinar su alta de seguridad social en la empresa donde realiza la FP con su alta en la seguridad social de su trabajo genera un exceso de horas de cotización que el sistema en muchos casos no admite. A este alumnado se les privaría de poder conciliar su trabajo con realizar estudios de Formación Profesional», indica el director del centro, Rafa Herrero.
La falta de formación y de motivación, a la hora de empezar a trabajar, de los alumnos que acaban de comenzar un ciclo es otra de las dificultades que le ven a la nueva ley de FP desde el IES Pere Maria Orts i Bosch de Benidorm, a lo que se suma el alto porcentaje de estudiantes que abandonan los estudios antes de finalizar la formación. De hecho, según el último informe de Caixa Bank Dualiza, uno de cada cuatro alumnos de la Comunidad deja la FP superior, lo que es peor en un ciclo básico, con tasas de abandono de un 40,4% y en un ciclo medio, con un 30,1%.
Además de esta realidad, el equipo directivo de este centro tiene dudas sobre hasta qué punto tienen capacidad para hacer de tutores los empresarios para evaluar al alumno porque habrá empresas que no estén capacitadas para ello y cada una tendrá un criterio diferente para decir cómo ha hecho prácticas el estudiante.
Ventajas
Ante los recelos que despierta el nuevo modelo de FP del Gobierno central, desde los institutos coinciden en que será necesario un tiempo de adaptación para que con los años pueda asentarse esta Formación Profesional Dual y palpar sus beneficios.
«Si funciona, lo positivo es que desde primer curso los alumnos van a conocer la realidad del futuro laboral y comenzar tan pronto puede propiciar que los estudiantes acaben quedándose en las empresas si lo hacen bien, aunque para conseguirlo las empresas van a necesitar tiempo y recursos», explican desde el Pere Maria Orts i Bosch.
Otra de las ventajas que le ven desde el IES La Torreta es la flexibilidad para el alumnado en su formación porque «podrán adaptarse a las necesidades del mercado de trabajo con los diferentes grados de formación profesional sin necesidad de hacer ciclos completos o la posibilidad de Unificar los diferentes grados formativos (de A a E) de FP en centros educativos», explica su director.
En esta línea, en el IES Canastell confían en que con la nueva FP se puedan subsanar muchos de los problemas estructurales de este tipo de formación, así como responder algunas necesidades que un mercado laboral muy cambiante. También valoran positivamente que vaya a haber una mayor flexibilidad para los centros a la hora de reorganizar y de definir su oferta formativa de acuerdo a las necesidades del mercado, lo que consideran que va a permitir tener más titulados y más aplicaciones profesionales que hasta ahora.
Pese a las reticencias de algunas empresas para absorber a tanto alumnado en prácticas y tan jóvenes, hay sectores en los que incluso institutos han detectado que habrá competencia para formar a los estudiantes, dadas las altas necesidades de mano de obra.
«En el caso de las especialidades de los sistema electrotécnicos e informáticos, hemos encontrado ilusión entre un grupo de empresas que apuestan por la FP y desean hacerse valer para que los alumnos se queden a trabajar allí», admite el director del IES Cavanilles.
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