Hasta seis ayuntamientos de la provincia están gobernados por el Partido Popular y Vox. Estos pactos no peligran en principio, ya que la ruptura de los ultras se limita, de momento, al ámbito autonómico. Los alcaldes del PP de Elche, Orihuela y San Vicente del Raspeig, tres de los municipios en los que gobiernan populares y voxistas, los otros tres son Crevillent, Xàbia y Callosa de Segura, salieron este viernes a intentar enfriar el ambiente tras la crisis con los de Santiago Abascal y afirmar que sus puertas siguen estando abiertas para Vox. Estos regidores creen que los acuerdos no están en riesgo pero, si les tocará hacer como al presidente Carlos Mazón, están preparados para remodelar las áreas de sus ayuntamientos.
En Alicante no se da el mismo escenario, ya que el PP no gobierna con Vox. Los populares lo hacen en minoría pero necesitan el apoyo de los ultras para sacar adelante sus propuestas. Con todo, el alcalde, Luis Barcala, tomó la palabra este viernes. El regidor, aunque reconoció que «no había alternativa» a la ruptura tras el «órdago» lanzado por Abascal, incidió en que la política municipal es «diferente», por lo que no teme que los ultras endurezcan sus posicionamientos negociadores.
Barcala se pronunció sobre lo que él mismo catalogó como «la noticia del día». Sobre la salida de los tres cargos de la formación de ultraderecha con los que contaba el gobierno valenciano, Barcala quiso mostrar su «mayor agradecimiento», ya que «han estado pendientes constantemente de las cuestiones que se les han requerido y eran importantes para Alicante». Sobre la razón que ha motivado la anulación de los pactos autonómicos, Barcala insistió en que «se está hablando de niños, no de otras denominaciones que se les pueda dar».
El alcalde de Elche, Pablo Ruz, dijo este viernes que «no teme» que la ruptura de Vox vaya a replicarse en su municipio porque, según aseguró, el acuerdo de gobernabilidad que ambas formaciones políticas mantienen en el ayuntamiento ilicitano «goza de buena salud». A preguntas de periodistas sobre las posibles discrepancias a nivel local entre el PP y Vox acerca del acogimiento de menores migrantes no acompañados, el regidor popular señaló que han tenido «posturas distintas en muchas cuestiones y hay que trabajar y seguir adelante».
Mientras, el concejal de Vox en Elche Raúl Sempere afirmó que, a nivel local, su formación política y el PP carecen de motivos para romper relaciones: «No creo que haya motivos para disgregarse porque estamos trabajando conjuntamente bien en casi todo».
Decisión unilateral
En Orihuela, su alcalde, Pepe Vegara, se pronunció en una línea similar a la de Barcala y Ruz. El regidor de la localidad de la Vega Baja quiso dejar claro que la ruptura a nivel autonómico se ha tomado por una decisión unilateral de Vox. «No estamos preocupados, tenemos un pacto de gobierno que esperamos que dure todo el mandato. Hemos aprobado los presupuestos, algo que no ocurría desde 2018», manifestó Vegara, que también afirmó que, si la ruptura alcanzara a los municipios, reestructuraría su equipo de gobierno para seguir trabajando.
Por último, en San Vicente del Raspeig, el también popular Pachi Pascual defendió que en su municipio el pacto entre el PP y Vox «es estable» y «se encuentra en una buena situación», por lo que no ve motivos para un cambio a raíz de lo visto durante el primer curso político del actual mandato. En San Vicente también habló el portavoz de Vox, Adrián García, que aseguró que el pacto de gobierno en el municipio no peligra y que buscan el interés general, pese a que el PP y su formación son dos partidos «muy diferentes».