Es una de las campeonas mundiales en el negocio de la moda ‘online’. Sus ventas han pasado de rozar los 2.000 millones de euros a superar los 30.000 millones en cosa de cinco años. Tanto ha crecido la compañía, que sus metas ya pasan por la bolsa de Nueva York. Lo único que empaña tan disparado crecimiento son dos acusaciones: una que viene de lejos, pero que ha acentuado un senador estadounidense al solicitar recientemente al departamento de Seguridad Nacional del país que investigue posibles violaciones de la ley de prevención del trabajo forzoso; y otra, capitaneada por Greenpeace, que es la crítica por su alto impacto medioambiental. Pero, a juzgar por lo anunciado este miércoles, Shein está moviendo ficha para mejorar su situación.
El gigante del comercio electrónico con sede en Singapur y fábrica central en China se ha comprometido a invertir unos 250 millones de euros en los próximos cinco años en mejorar sus ratios de sostenibilidad en la Unión Europa y en el Reino Unido. La mayor parte del dinero, 200 millones de euros, irán destinados a financiar proyectos de innovación relacionados con la circularidad o los tejidos textiles, por ejemplo.
El plan de Shein es crear un ‘Fondo de Circularidad‘ que les permita invertir en este tipo de iniciativas acompañados de otras empresas, instituciones financieras o incluso fondos soberanos de todo el mundo. Tienen en el foco tanto a ‘startups’ en fases iniciales que innoven en el terreno de los materiales reciclados, como en empresas en fases más avanzadas (que tengan, por ejemplo, capacidad de producción en este ámbito) y que estén abiertas a que un gigante como ellos las compre.
«El Fondo de Circularidad potenciará nuestro apoyo a emprendedores y empresas a la vanguardia de las iniciativas circulares en la UE y el Reino Unido, donde están realizando algunos de los trabajos más interesantes en este área», se explica el presidente ejecutivo de la compañía, Donald Tang, en un comunicado. «Dado nuestro alcance y presencia, Shein puede convertirse en un catalizador para la adopción generalizada de estas soluciones y aplicarlas en toda la industria», añade.
Crecer a través del ‘marketplace’
Los 50 millones de euros restantes irán destinados a apoyar marcas, diseñadores y artesanos en esta región con la intención de que los servicios de ‘marketplace’ de Shein sirvan para hacer crecer sus negocios ‘online’. Esto incluye una campaña para atraer a más diseñadores a sus programas de incubación y un programa para enseñar a este tipo de profesionales autónomos a vender a través de Shein.
«En toda Europa y el Reino Unido, hemos identificado un rico y diverso grupo de diseñadores, marcas y artesanos que sabemos que pueden llegar a una audiencia mucho más amplia en nuestra plataforma y de quienes estamos seguros de que pueden escalar sus negocios con éxito», sigue Tang.
Pese a que en este caso está muy estrechamente vinculado con el fomento del emprendimiento, el movimiento se enmarca en una serie de pasos dados anteriormente para mejorar sus ratios de sostenibilidad. Sin ir más lejos, a principios de junio, el ‘e-commerce’ anunció el lanzamiento de su plataforma de venta de ropa de segunda mano en Europa. La plataforma aún no está disponible en España, pero fuentes de la compañía aseguran que están trabajando en que esté pronto disponible en el país.