El secretario general del grupo parlamentario de Sumar en el Congreso, Txema Guijarro, ha rechazado que el acuerdo entre el PSOE y PP para desbloquear la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) tras cinco años de atasco conlleve una vuelta a las lógicas bipartidistas, pese a que su socio de gobierno «siempre tiene la tentación» de buscar más pactos con los populares.
Durante una entrevista en el programa ‘Parlamento‘ de RNE, Guijarro ha insistido en el malestar de Sumar con los socialistas al enterarse «por la prensa» de la proposición de ley para reformar la Ley del Poder Judicial, y de no haber sido informados directamente. Una «fea costumbre» que «no debería ocurrir» entre socios de coalición sobre todo si se aspira a «mantener espacios de confianza que son necesarios para sostener al Gobierno», según describió.
Así, ha apelado al PSOE a compartir previamente con Sumar contenidos tan importantes como esta iniciativa parlamentaria, dado que pese a que estaban informados del grueso del contenido de la negociación con el PP para el CGPJ, hay un «viejo dicho» de que «el diablo está en los detalles» y éstos han visto ciertos puntos en el texto que no han sido de su agrado. Por tanto, ahora están estudiando el contenido de la propuesta de ley para definir su posición.
Cuestionado por este manifiesto malestar con los socialistas y si hay voces dentro de Sumar que se quejen de ‘ninguneo’, Guijarro ha respondido que no aprecia un reproche interno a la dirección de Sumar, al subrayar que estas negociaciones son siempre «discretas» y «han cumplido» en informar sobre su desarrollo al resto de las organizaciones. «El problema está en que luego a la hora de culminar, nos enteramos por la prensa de que hay un cierre de ese acuerdo, pues evidentemente es difícil que nosotros podamos informar a nuestras organizaciones previamente», ha agregado para, no obtante, dejar claro que en elementos centrales del pacto sobre el CGPJ Sumar tuvo su papel, en alusión implícita a la elección de dos vocales progresistas a propuesta suya.
Por otra parte, Guijarro ha reivindicado que los diputados del grupo plurinacional se van a dedicar a proponer reformas de calado en materia de Justicia, pues el pacto para la renovación del CGPJ es «la condición cero» para desplegar cambios profundos. «Lo que se ha hecho hasta ahora ha sido preparar la cancha de juego y ahora hay que salir y jugar el partido», ha arengado.
Se mantendrá la «lógica de bloques» parlamentaria
Al ser preguntado si el ala socialista del Ejecutivo puede pretender ser más conservadora con el plan de medidas de regeneración democráticas anunciada por el presidente para antes de verano tras este pacto con el PP, Guijarro no niega que pueda existir esa «tentación» de seguir buscando esta clase de pactos por parte de los socialistas, pero descarta que ese acuerdo sea el «notario» de una nueva etapa o un intento de regreso del bipartidismo.
A su juicio, es «exagerado» plantear que el desbloqueo del CGPJ con el PP, que era el «plan A» de cara a cesar el «secuestro» que ejercía este partido sobre el órgano de gobierno de los jueces, comporte una fase de bipartidismo. Frente a ello, ha asegurado que la «lógica de bloques» (el progresista y el de derechas) va a mantenerse intocable en la política española.
El dirigente de Sumar ha opinado que el PP por fin «se ha bajado del monte» pero ha vuelto a subrayar que el acuerdo del CGPJ no implica ninguna reforma para que los jueces elijan a los miembros de esta institución. «Esto no está en el acuerdo, eran sus deseos», ha recalcado para agregar que Sumar no hubiera aceptado esa propuesta y es una «buena noticia» que no esté incluida esa exigencia de los populares.
Finalmente, Guijarro también se ha mostrado convencido de que el principal partido de la oposición haya decidido desbloquear el órgano de gobierno de los jueces viene únicamente por la presión de la UE, incluido de sus propios compañeros de la familia popular europea, y también por la «amenaza» del presdiente de reformar sin el PP el sistema de elección del CGPJ. «Se lo tendríamos que haber dicho hace tres años y nos habríamos ahorrado este Vía Crucis», ha afeado.
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