El fuerte olor alertó a un vecino anoche y lo condujo hasta unos matorrales cercanos a la casa donde, el pasado 18 de junio, Jorge, un policía local jubilado, asesinó y decapitó a su pareja, Soledad, y luego se suicidó.
Una semana después del hallazgo de los dos cadáveres, la Guardia Civil ha encontrado la cabeza de la mujer, de 65 años, que su asesino había ocultado en un paraje a 200 metros de la vivienda donde cometió el crimen, según informan fuentes del caso a este medio.
Fuerte olor
Este lunes, a medianoche, la localizó un vecino de la víctima, al que llamó la atención el fuerte olor a descomposición que llegaba desde un terreno rural, por lo que decidió avisar a la Policía Local.
Entre la maleza, dentro de una bolsa, los agentes descubrieron los restos humanos de Soledad y llamaron a la Guardia Civil, que los buscaba desde el pasado 18 de junio. Los investigadores del Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Colmenar Viejo ya han recogido y trasladado la cabeza hasta el Instituto de Medicina Legal, donde se le practicará la autopsia.
Una carabina y una escopeta
La Guardia Civil buscaba la cabeza de Soledad desde que descubrieron el crimen. Alertados por una hermana de la mujer, los investigadores acudieron al domicilio hace una semana y encontraron en el garaje el cuerpo de la mujer, que presentaba varias lesiones provocadas por arma de fuego, como adelantó este canal de investigación y sucesos.
En una habitación de la primera planta estaba el cadáver de su pareja y presunto asesino, Jorge, un policía local retirado de 53 años. En la casa, los investigadores encontraron también una carabina, una escopeta y varios cuchillos que podrían haber sido empleados después del crimen.
Todo indica, según fuentes de la investigación, que el hombre disparó varias veces a su mujer, luego la decapitó, se deshizo de la cabeza y finalmente se suicidó, posiblemente utilizando la carabina de tiro.
Quería separarse
Soledad, madre de dos hijas y viuda de su primer marido, había iniciado los trámites para separarse de su actual pareja, Jorge. La mujer no había presentado denuncias anteriores por malos tratos.
El presunto asesino había sido policía local en Soto del Real durante años, hasta que un accidente precipitó su jubilación por incapacidad. No tenía, según las fuentes consultadas por este medio, antecedentes por ningún delito anterior.