La ceremonia de bienvenida para el presidente ruso, Vladímir Putin, arrancó hoy en Pionyang, según informó la agencia rusa RIA Nóvosti. La ceremonia está teniendo lugar en la plaza Kim Il-Sung, de Pionyang, escenario de los principales desfiles y celebraciones del régimen norcoreano, asegura RIA Nóvosti, que publica una foto de la plaza repleta de gente y engalanada con globos.
Después de la ceremonia de bienvenida y la toma de fotografías de Putin y el líder norcoreano, Kim Jong-un, está previsto que ambos mandatarios se reúnan en el Palacio de Invitados de Kumsusan, donde se está alojando el presidente ruso en lo que supone su primera visita a Corea del Norte en 24 años.
La instalación de carpas y otras estructuras en la plaza Kim Il-sung ha hecho pensar en la posibilidad de que Pionyang celebrara un desfile militar en honor de Putin.
El mandatario ruso aterrizó a primera hora de hoy miércoles en Pionyang, donde está previsto que firme junto a Kim un nuevo tratado de asociación estratégica bilateral. Otro de los objetivos del viaje sería la creación de un «sistema comercial y de pagos recíprocos» que permita circunvalar los circuitos financieros ligados al dólar a los que ambos países tienen vetado el acceso, según escribió el propio mandatario ruso en un artículo publicado por el diario norcoreano Rodong.
La agenda de hoy incluye también un concierto de gala en honor de Putin, una recepción de Estado y una ofrenda floral por parte del presidente ruso en el Monumento de la Liberación de Pionyang, dedicado a los soldados del Ejército Rojo soviético que lucharon con fuerzas imperiales niponas en la península coreana durante la II Guerra Mundial.
Muchos analistas creen que el viaje de Putin, que tiene previsto volar hoy a Vietnam para una visita de dos días, puede servir para profundizar lazos militares tras el acuerdo en este terreno que él mismo y Kim rubricaron en una cumbre el año pasado en la región rusa de Amur.
Según Corea del Sur y las potencias occidentales, Pionyang ha transferido a Moscú en el último año miles de contenedores con armamento -que contendrían millones de proyectiles para piezas de artillería y lanzaderas de misiles- que el ejército ruso ha empleado en el campo de batalla en Ucrania. A cambio, se estima que Moscú asesoró al régimen norcoreano para lanzar satélites espía, una acción que también podría suponer una violación de las sanciones de la ONU contra Corea del Norte.