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La caza juega sus cartuchos para que el Gobierno siga la recomendación europea sobre el lobo

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A menos de diez días para que las partes interesadas en el control del lobo presenten a la Comisión Europea datos actualizados sobre la población del carnívoro y sus efectos, la Federación Española de Caza pone la pelota en el tejado del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Los cazadores se han dirigido vía carta a la ministra Teresa Ribera con un objetivo claro: «Si el Gobierno no quiere mandar información nosotros sí lo vamos a hacer y cuando Europa se pronuncie, estaremos ahí para defender lo nuestro», señalan desde la Federación en conversación con El Independiente.

La comunicación de la RFEC nace como consecuencia del cambio de tendencia en la Unión Europea (UE) sobre el lobo. Después del discurso de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, en el que instaba a las autoridades locales a que «hagan pleno uso de las excepciones existentes» para controlar al lobo, se abre un nuevo escenario que facilitaría un cambio de estatus para el cánido.

La Comisión Europea ha invitado «a las comunidades locales, a los científicos y a todas las partes interesadas a que presenten, a más tardar el 22 de septiembre de 2023, datos actualizados sobre la población de lobos y sus efectos» para estudiar la situación del animal después de considerar que «está provocando cada vez más conflictos con las comunidades agrícolas y de cazadores locales», especialmente cuando las medidas para prevenir ataques al ganado no se aplican de forma generalizada.».

Cuando finalice el período de consulta, la Comisión Europea emitirá su recomendación sobre el control de lobo, aunque serán los estados miembros los que tengan la última palabra. La misiva de los cazadores a Ribera incide en que la decisión de incluir al lobo en el LESPRE (Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial) fue totalmente ideológica, «como advirtieron en repetidas ocasiones las comunidades autónomas que gestionaban el lobo» y pretende asegurar que el Gobierno seguirá la pauta de Europa. De esta manera, el lobo podría ser cinegético, dejaría de ser LESPRE y el hecho de que mantuviese su denominación actual sería un endurecimiento de la recomendación.

«Hemos trasladado los datos regionales oficiales que tenemos, no los estatales porque el Gobierno prohíbe la caza del lobo pero no actualiza su censo desde 2014. Nos hemos basado en los datos para hacer ver que el control del lobo debe ser una realidad, que el sector ganadero no aguanta más esta presión y que por favor tome en consideración este nuevo posicionamiento de Europa», aseveran fuentes de la RFEC.

Contradecir la corriente europea

Tal y como apuntan los cazadores, uno de los pilares de la inclusión del lobo en el LESPRE por parte del Gobierno fue recurrir al «es lo que recomienda Europa»; sin embargo, si desde la UE se rebaja la protección al Ejecutivo de España «le queda poca defensa porque siempre se ha amparado en la política proteccionista de Europa». Si ahora Europa dice lo contrario, a ver a qué se agarran».

La certeza en la RFEC y las federaciones autonómicas de caza es que, tras recopilar todos los datos disponibles sobre censos y ataques de lobo a nivel local, autonómico y nacional, el lobo se encuentra en clara expansión. Desde la RFEC trasladan que el lobo «ha causado la baja de más de 10.000 cabezas de ganado al año en nuestro país, destacando Castilla y León en 2022 con 5.080 muertes, un 19% más desde que no se caza, lo que pone de manifiesto que los planes de gestión de las cuatro comunidades al norte del Duero (que albergan el 95% de la población) funcionaban y permitían la coexistencia del cánido con la ganadería extensiva».

La carta con la que la RFEC presiona al Gobierno para que siga las directrices europeas la firma el presidente, Manuel Gallardo, que ha pedido a Ribera que «escuche a Europa, deje de ponerse de lado en una situación insostenible para las comunidades del norte del Duero y permita un control cinegético que no siga ahogando al sector ganadero, ya que la decisión de incluir al lobo en el LESPRE fue plenamente ideológica y de nuevo, la especie tendrá que ser controlada».