En opinión de Dolores Romano, una de las autoras del informe y responsable de Política de Productos Químicos de EEB, si la restricción se aplica solo a unos pocos aditivos “se deja la puerta abierta a que puedan ser sustituidos por otros aditivos tóxicos con el potencial de causar problemas similares. Además, tampoco se pondría freno a los demás problemas que el PVC causa a lo largo de todo su ciclo de vida. Por ello, es necesaria una prohibición del PVC como material, y no solo de algunos de sus aditivos”.
Carlos de Prada, responsable de la iniciativa Hogar sin tóxicos, que colabora con EEB en la difusión de esta problemática desde España, afirma en este sentido que “hacer otra cosa que no sea la prohibición del PVC sería adoptar medidas meramente cosméticas, cambiando solo algo para que todo siga igual”.
El PVC blando, peor que el duro
El PVC suele contener más cantidad de aditivos problemáticos que otros plásticos; en particular el blando, que representa en torno a un 40% de todo el PVC . Más de un 50% del peso de algunos productos de PVC blando pueden ser aditivos, entre los cuales pueden contarse numerosas sustancias problemáticas.
Otro aspecto inquietante del PVC que revela el informe de Rethink Plastic Alliance es la liberación de microplásticos que pueden aumentar la persistencia de los aditivos en el medio ambiente durante años . Desde Hogar sin tóxicos muestran su preocupación “por la concentración de estas partículas que se pueda dar en espacios cerrados, como los hogares, porque su inhalación podría ser una vía relevante de exposición a algunos de estos aditivos perjudiciales”.
El documento señala que el PVC y la obtención de alguna de sus materias primas generan más problemas que otros plásticos en su producción en función de la tecnología que se utilice, así como en su uso y en la gestión de sus residuos (por ejemplo, si se incinera). En este sentido, alerta ante la posible liberación de sustancias peligrosas como dicloruro de etileno, el monómero cloruro de vinilo, dioxinas y furanos, metales pesados, ftalatos, retardantes de llama o PFAS, por solo citar algunas que han sido asociadas a problemas como cáncer, daños reproductivos o defectos congénitos.
Numerosos materiales usan PVC / Agencias
Se alude también al riesgo de accidentes, como se vio en el desastre ambiental y sanitario originado por el descarrilamiento de un tren en Ohio en febrero de 2023, en el que se liberaron cientos de toneladas del peligroso monómero del PVC (el cancerígeno cloruro de vinilo). Trenes semejantes, según se comenta en el informe, viajan regularmente a través de áreas pobladas de toda Europa, incluida la zona entre la planta de Inovyn en Martorell y el puerto de Barcelona. Se destacan también los riesgos asociados al empleo de este plástico como, entre otros, los usos médicos, citando, por ejemplo, que “las unidades neonatales han informado altas exposiciones a ftalatos en bebés por tubos de PVC ”.
Carlos de Prada, de Hogar sin tóxicos, señala que “los plásticos en general son un problema, pero en el caso del PVC se llega a unas cotas extraordinarias en todo su ciclo de vida, por la toxicidad que se puede generar en su producción, en su uso y cuando se convierte en residuo”.
Informe íntegro : https://eeb.org/library/pvc-problem-very-clear-why-the-echa-report-supports-phasing-out-pvc-as-the-most-effective-and-future-proof-risk-management-measure/
Informe de la UE sobre el riesgo del PVC: https://echa.europa.eu/es/-/echa-identifies-risks-from-pvc-additives-and-microparticle-releases
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