Uno de los agentes sociales que más ha transformado la vida de nuestra ciudad ha sido la Universidad Miguel Hernández al establecerse en nuestra población. También hay que decir que Elche apostó fuerte para tener una gran universidad. Para ello, cedió todos los terrenos necesarios para construir la Universidad, convirtiéndose en el único municipio que pagó el suelo destinado a la Universidad.
Lo cierto es que para ello hubo que modificar el Plan General trasladando el «aprovechamiento» de un sector residencial que ocupaba el lugar de la Universidad a otro situado en Altabix. Con este complejo artificio urbanístico mezclado con la compra y una gestión considerable, se consiguió suelo en un magnífico lugar de la ciudad. La gran parcela quedó conformada como una gran superficie de más de kilómetro y medio de largo por medio de ancho, ubicada al noreste de la ciudad entre la Circunvalación Norte y la avenida de la Libertad.
Los modelos de campus universitarios varían entre la clásica localización de la Universidad en el seno de la ciudad, como ha sucedido tradicionalmente en las viejas universidades europeas; y el modelo anglosajón de campus de emplazamiento alejado de la ciudad y a veces clausurado en un medio rural. La Universidad de Elche podemos decir que se encuentra a medio camino entre ambos modelos al estar en la ciudad, pero ocupar una posición tangencial, limítrofe con el campo.
Nuestra Universidad que nació con una concepción urbanística materializada en un Máster Plan bastante deficiente fue situando edificios sin una lógica aparente. De otro lado, la calidad de su arquitectura ha resultado absolutamente irregular; desde viviendas prefabricadas propias de una barriada de extrarradio, hasta magníficos edificios con un lenguaje arquitectónico de alta calidad. Entre unos y otros se pueden encontrar todo tipo edificios y matizaciones valorativas. La jardinería tengo que manifestar que ha mejorado considerablemente los paisajes de la Universidad. Aunque carece de un proyecto unitario, es cierto que impone un orden del que carecía la concepción urbana del campus. Podemos decir que el campus universitario de Elche se relaciona mejor con el jardín y el campo que con el urbanismo y la ciudad. Pero resulta necesario reforzar la relación con la ciudad. Para ello vamos a intentar un análisis urbanístico de la situación actual y de su futuro.
El primer problema que nos encontramos es que el vial situado al oeste de la Universidad tiene un trazado que invade el Palmeral y que es necesario abandonar volviéndose imperativo proponer un proyecto alternativo. Otro problema es que un segundo vial, que figura en el Plan General y que dividiría en dos partes a la Universidad, no se ha tenido en cuenta. Este vial resulta hoy de muy difícil ejecución pues comporta graves problemas al encontrarse con edificaciones ya realizadas.
La Universidad funciona como una isla en el interior de la ciudad. Pero esta enorme manzana está situada de manera que dificulta, por su excesiva longitud, las comunicaciones entre la zona norte y el resto de la ciudad. Este problema queda agravado por la falta de vialidad norte sur en el propio trazado de la Universidad. Hay que decir que, conforme se desarrollen urbanísticamente los sectores situados al norte de la Universidad, esta situación se convertirá en un problema cada vez más grave. Y sobre todo hay que señalar que la propia estructura urbana de la Universidad dificulta cualquier solución.
Esta problemática ha sucedido ya en varias universidades y un caso paradigmático es el campus de «La Plaine» de la Universidad de Bruselas. Cuando se construyó este campus bruselense la Universidad lindaba con el mundo rural. En años posteriores, rodeado ya de urbanizaciones, se planteó un concurso internacional para estructurar la Universidad, densificarla y diseñar viarios de conexión con la ciudad. Entiendo que en el futuro habrá que plantear una transformación en el proyecto urbano del campus ilicitano que puede ser similar al realizado en la Universidad de Bruselas.
Sin esperar al futuro, un concurso que podría organizar en este momento la Universidad es un proyecto de diseño de bordes. Se propondría un plan que definiera las fachadas urbanas de la Universidad estableciendo una relación con la ciudad que permitiera una cara más amable. Además, habría que propiciar un acercamiento desde el interior de la Universidad hacia la ciudad. A su vez sería necesario replantear la vialidad de la Universidad en sentido norte sur para propiciar un mejor atravesamiento en ese sentido. Y es que creo que debemos comenzar a prever el futuro antes de que se nos eche encima.