-¿Qué peso tiene el sector agroganadero en Córdoba?
-El sector agrario, agroalimentario y también el sector forestal en nuestra provincia, en Córdoba, tiene una importancia sin ninguna duda económica, es un sector que genera riqueza, que genera empleo. Pero creo que también tiene otro tipo de importancia que a lo mejor no es tan cuantitativa, pero que también es muy estratégica, como es la capacidad que tiene para fijar población en los municipios rurales y para que todo en nuestro entorno tenga vida, sea viable y tenga el desarrollo que todos deseamos también para las zonas rurales. Así que yo creo que Córdoba es una provincia en la que el sector agrario y agroalimentario es esencial, es estratégico, es un pilar fundamental de la economía cordobesa y creo que hay algo muy importante: es un sector tremendamente innovador y Córdoba está liderando la innovación agroalimentaria creo que no solo a nivel nacional, sino a nivel internacional.
-¿De qué manera ayuda la investigación a la innovación del sector?
-Ayuda y mucho. Yo creo que desde hace tiempo la innovación y la investigación que se hace en este sector no se hace utilizando esos modelos lineales que había antes en los que la universidad investigaba y los resultados se transferían al sector, sino que desde hace años trabajamos en red. Trabajamos con el sector para avanzar juntos y en todos nuestros proyectos de investigación el sector participa, nuestros problemas de investigación responden a problemas reales y yo creo que esa es la forma de avanzar: el trabajar juntos de forma coordinada para apoyar el desarrollo de un sector.
-Trabajan en función de las necesidades que vayan surgiendo, ¿no?
-Sin ninguna duda. Desde el principio nuestro objetivo ha sido ser útiles al sector y para eso es fundamental que la investigación se adapte a las demandas del sector. Los problemas actuales del sector, conocemos lo que son porque trabajamos muy de cerca con el sector y para ello adaptamos nuestra investigación. Hoy en día estamos haciendo un esfuerzo muy importante en todo lo que es el acompañamiento de la transformación digital del sector agrario.
-¿En qué líneas trabaja su grupo de investigación?
-Mi grupo de investigación trabaja fundamentalmente en economía agraria, en política agraria y en desarrollo rural. Trabajamos en lo que es la evaluación, por ejemplo, de los servicios ecosistémicos que la agricultura y el mundo rural aporta a la sociedad. También en el análisis de políticas públicas, de la política agraria, fundamentalmente.
-¿Cuáles son las prioridades ahora mismo en esa línea?
-Ahora mismo tenemos la necesidad de acompasar un nuevo periodo de programación en política agraria a la realidad que tenemos. La política agraria acaba de comenzar en el año 2023 con un nuevo periodo de programación, está comenzando a ejecutarse y ahí estamos realizando algunas evaluaciones. Creo que hay una prioridad, también muy importante, acerca de cómo abordar simultáneamente las tres dimensiones de la sostenibilidad: la económica, la ambiental y la social. Es decir, cómo hacemos que el sector agrario y el mundo rural, en general, sea económicamente viable, pero también ambientalmente sostenible y ahí tenemos un reto importante. La viabilidad ambiental es importante, pero sin viabilidad económica es imposible que la actividad siga. Y, después, estamos trabajando en un aspecto que creemos que es fundamental para el futuro del sector, el relevo generacional. Es decir, qué estrategias pueden ponerse en marcha, públicas y privadas, para que los jóvenes puedan incorporarse a un sector agrario y que puedan desarrollarse en el sector, que sin duda les puede ofrecer un futuro profesional apasionante.
-¿Están surgiendo nuevas figuras profesionales fruto de esta investigación que se está impulsando?
-Sí, sin duda. Ahora mismo la realidad del sector agrario poco o nada tiene que ver con lo que era hace unos años. La transformación digital lo ha cambiado casi todo. Hoy en día estamos frente a un sector con una dosis de innovación altísima, a la vanguardia tecnológica. Y es un sector que requiere de talento con especialización y con competencia en tecnología, en herramientas digitales y ese es un perfil profesional que probablemente antes no existía y es un perfil profesional que creo que puede ser muy atractivo para los jóvenes que estén interesados en la tecnología, que estén interesados en todo este tema de digitalización o en inteligencia artificial. Creo que no hay sector con más potencial para la aplicación de estas herramientas que el sector agrario.
-¿Cuál ha sido su principal objetivo en estos años dirigiendo la Etsiam?
-Desde el principio nos propusimos respetar lo que hemos considerado que ha sido siempre la esencia de la Etsiam: investigación de primer nivel. La cercanía con las empresas, la cercanía con el sector, la dimensión internacional, también. Y hemos hecho un esfuerzo importantísimo por visibilizar lo que desde la escuela podíamos aportar al sector y podíamos aportar desde la sociedad. Por eso hemos tratado de construir alianzas con empresas, con la administración, con todas las entidades. Porque estamos convencidos de que los problemas que tiene el sector solo pueden resolverse con alianzas, con trabajo conjunto. Después, garantizar la calidad del profesional que estamos formando.
-¿Qué supone que premien su trayectoria con el premio Cordobeses del Año?
-Una alegría enorme porque permite visibilizar el trabajo que se hace en un sector que no siempre se conoce. Y lo acojo con mucha alegría, sobre todo por eso, porque el reconocimiento a un sector, también a un colectivo que es la Escuela de Ingenieros Agrónomos y Montes de la Universidad de Córdoba, que ha trabajado bien, que ha trabajado con mucho compromiso y mucha cercanía con el sector y que ha tratado de mantener ese nivel de investigación altísimo que posiciona la UCO en los primeros puestos a nivel internacional. Y, después, lo entiendo como un premio que yo lo amplío a todo el colectivo de personas con las que he trabajado en esta trayectoria.