La delincuencia común no había sido hasta ahora tema de debate en las campañas electorales del País Vasco. La seguridad sí, la Ertzaintza también, pero desde un flanco totalmente distinto. Llegó el día en el que Euskadi, a su pesar, se convirtió en un lugar en el que ocurren cosas que también pasan en otras regiones. El hecho diferencial hoy está en la preocupación por los servicios públicos mientras en otros lares se discute acerca de la identidad o el auge de la extrema derecha. Y la seguridad en las calles y el modelo policial autonómico ha entrado de lleno en esta campaña como una de esas preocupaciones.