Un avión entre Madrid y otra capital Europa puede no superar los 10 euros, pero uno entre dos ciudades españolas se va de cualquier presupuesto. Es la afirmación que se ha repetido durante años, y con la liberalización ferroviaria, cualquier tren de alta velocidad tenía un precio más competitivo. Hasta ahora. Según la recopilación y comparación de ‘activos’ del coste de los billetes más baratos de las aerolíneas y empresas ferroviarias entre Madrid y distintos puntos de España para el 1 de mayo (inicio del Puente de Mayo), el avión bate a la alta velocidad en los trayectos hacia el norte y entre la capital y Barcelona. La mayor competitividad en el sector aéreo y la fluctuación de oferta y demanda entre los distintos modos de transporte ha permitido a las aerolíneas ser, en ocasiones, más baratas que coger un tren.
Para el primer día del Puente de Mayo de este año, el billete de avión más barato de la ruta Madrid-Barcelona cuesta 23 euros saliendo a las 18:25 horas, mientras que el tren más asequible es de 25 euros a las 06:15 horas. También es más barata la línea entre la capital y Galicia, allí donde solo llega Renfe: hasta A Coruña la diferencia es de tres euros y hasta Santiago de Compostela es de 34 euros. En otros trayectos, más concurridos por la incursión de Ouigo e Iryo en la alta velocidad, el coste del tren más barato es la mitad que el de una aerolínea. Son casos de uso distintos de los dos tipos de transporte. Iberia Exprés explica que el Puente aéreo entre Madrid y Barcelona «sigue siendo una opción muy útil para un determinado tipo de pasajeros que necesita ir y volver en el día a Madrid por reuniones o negocios», ya que el trayecto en avión dura una hora menos que en tren. Este servicio lleva conviviendo desde la entrada en vigor del tren de alta velocidad en Barcelona, de ahí que nunca se haya planteado la opción de eliminar la prestación de este servicio. «Hay casos en los que te merece más la pena coger tren y en otros el coger un avión por el factor precio, aunque en ocasiones el avión te puede representar un añadido en coste por el transporte que cubre la distancia entre el aeropuerto y la zona por la que te vas a mover», afirma el secretario general de la asociación de consumidores FACUA, Rubén Sánchez.
Las compañías aéreas aseguran que los precios de los billetes varían según la oferta y demanda, como el encarecimiento súbito que registran en plena temporada alta, pero también lo hacen por otros motivos. «Valoramos cuáles son las rutas menos servidas» aseguran desde Volotea. Como compañía aérea enfocada en la conexión entre pequeñas y medianas ciudades europeas, «siempre pensamos en ofrecer las mejores rutas y opciones de viaje para nuestros pasajeros, al mejor precio posible y con un servicio de calidad», añaden. Otro caso es Vueling, que opera entre Madrid y Barcelona: «Una ‘low cost’ tiene una política de precios competitiva», señalan y agregan que el cliente tiene una amplia gama de frecuencias de vuelos en el mismo día para que pueda escoger el mejor horario y coste. En el Puente aéreo, además de fijarse en quienes se desplazan por negocios, hay otro perfil interesante: «Son muchos los viajeros que toman el Puente aéreo para conectar con vuelos en escala hacia otros países, fundamentalmente Latinoamérica, permitiendo así todo el proceso de viaje desde origen hasta destino final», expresan desde Iberia Exprés.
Rivalidad en las principales rutas
La liberalización ferroviaria en el ámbito de los pasajeros, con la consecuente entrada en España de la francesa Ouigo y la italiana Iryo, trastocó la cuota de las aerolíneas. «El tren se ha ido comiendo paulatinamente la cuota del avión», explican desde la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), «si antes de la liberalización la cuota del tren era del 30%, ahora se sitúa en el 80% en los principales corredores«. En la ruta entre Madrid y Valencia, además, la cuota ferroviaria es del 90%. Y aunque las aerolíneas insisten en que no existe una estrategia sectorial y tampoco particular de venta de billetes o captación de clientes para competir con el tren, es cierto que cada vez son más competitivas. «La mayor competencia en el propio sector aéreo y con el tren lleva poco a poco a ganar más cuota de avión», aseguran.
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Desde 2022, fecha de entrada de operadores ferroviarios en el mercado, los precios de la alta velocidad en los principales corredores han sufrido un descenso notable. Según el último informe trimestral ferroviario del mercado de transporte ferroviario, elaborado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y referido al cuarto trimestre de 2023, los precios medios han bajado un 21% en el trayecto Madrid-Barcelona y un 26% en el Madrid-Málaga. En otras rutas concurridas, la bajada media es de cerca del 24% en el Madrid-Valencia y en el Madrid-Alicante, así como del 22% en el Madrid-Sevilla. Esto hace todavía muy complicado que las aerolíneas puedan competir con precios muy rebajados en estas rutas, de ahí que salgan ganando en los trayectos donde Renfe todavía ejerce el monopolio.
La mayor competitividad de las aerolíneas en vuelos domésticos se enmarca en un momento delicado para su sector. PSOE y Sumar incluyeron en su pacto para gobernar en coalición, firmado en octubre de 2023, recortar la oferta de trayectos aéreos cortos que puedan sustituirse por viajes en tren por razones ambientales. La medida aplicaría a todos aquellos vuelos domésticos en rutas en las que exista alternativa ferroviaria con una duración menor de 2 horas y media, salvo en casos de conexión con aeropuertos-hub que enlacen con rutas internacionales, según se recoge en el texto del acuerdo entre ambas formaciones políticas. El Ministerio de Transportes ha iniciado el análisis técnico sobre la posibilidad de reducir estas rutas aéreas para conocer el impacto que pueda tener en la conectividad en el mercado aéreo.