El Govern balear de Francina Armengol fue una de las cinco entidades que aceptaron las mascarillas vendidas por la trama de Koldo García, investigada por la Audiencia Nacional. El Servicio de Salud de Baleares (IB-Salut) se sumó a Puertos del Estado con un ramal en la Autoridad Portuaria de Balears, el gobierno canario, el ministerio del Interior y Air Europa, todos ellos destinatarios de un material sanitario fraudulento en un porcentaje reseñable. El volumen de negocio con Mallorca a través de instituciones socialistas se elevó a 3,9 millones de euros, con un beneficio redondo de un millón y medio para los vendedores.
La Agencia Tributaria ha encuadrado los márgenes genéricos obtenidos por la trama de Koldo, lo cual permite calcular la rentabilidad que el asesor íntimo de José Luis Ábalos obtuvo en Baleares. Las mascarillas transportadas al aeropuerto de Son Sant Joan eran adquiridas por Soluciones de Gestión, la sociedad aragonesa en el centro de las operaciones, a través de una empresa madrileña (Star Tic) y otra valenciana (Gama Global). También se efectuaron compras directamente a proveedores chinos.
Hacienda establece que el precio medio pagado por mascarilla en los meses duros de la pandemia de 2020 oscilaba entre 1,3 y 1,4 euros. Fijando la horquilla en 1,35, el millón y medio de unidades adquirido por el Govern Armengol supondría un coste para el suministrador de dos millones de euros. Los precios se desplomaron bruscamente, hasta los 0,7 euros por unidad en el verano inicial de la pandemia.
El transporte desde el aeropuerto de Shenzhen corrió a cargo de Air Europa y fue sufragado por los suministradores, tal como se especifica en los rudimentarios intercambios con el IB-Salut que nunca se plasmaron en un contrato, una anomalía denunciada en los informes de la Guardia Civil. Según consta en el sumario, la compañía aérea de los Hidalgo que compartía asesores con la trama efectuaba un notable descuento a los suministradores favoritos del ministerio de Fomento.
La factura de fletar un avión de Air Europa desde China estaba siempre por encima del medio millón de euros, según los contratos aquí sí firmados por el IB-Salut que reportaron cuatro millones de euros a la aerolínea. Los vuelos contratados por Soluciones de Gestión se concretaban por la mitad de dicho precio.
Sumando los dos millones de las mascarillas a los trescientos mil euros del transporte, se obtienen los 2,3 millones de gastos, para un contrato sellado por el Govern a cambio de un abstracto «avión repleto de mascarillas» en 3,7 millones. Los noventa mil euros desembolsados por la Autoridad Portuaria obedeciendo a las instrucciones de Fomento redondean el millón y medio de beneficio de la trama en Mallorca.
El ministerio de Trabajo determinó que ninguno de los cuatro lotes del millón y medio de mascarillas se ajustaba a los términos contratados de FFP2/KN95, pese a lo cual el Govern desembolsó íntegramente y de inmediato la cantidad pactada con los presuntos delincuentes. El beneficio de un millón y medio adquiere especial significado porque, al margen de la gresca entre PSOE y PP sobre la parálisis en el reintegro, nadie espera recuperar un solo euro de reclamaciones que se sustanciarán más de cuatro años después del suministro fraudulento.
El contrato del Govern Armengol con Koldo tiene entidad limitada, frente a los 24 millones abonados por el ministerio de Transportes o a una cifra canaria que triplica a la balear. Sin embargo, la eliminación de barreras, la ausencia de reclamación y la postración del IB-Salut ante el suministrador no tiene parangón en ninguna otra institución.