La ciudad de València llega a los días grandes de la Semana Santa con una ocupación media estimada del 76% entre el 27 y 31 de marzo, con el pico más alto el viernes 29, que alcanzará el 86% y el sábado 30 con el 82%. Así se desprende del sondeo realizado por la Fundación Visit València en la planta hotelera de la ciudad. Pero más por la oferta global de la ciudad, con su playa o su gastronomía, que por una fiesta marinera que sigue su curso, pero a la que no hay forma de incrustar en el mapa de semanas santas. La «Semana Santa Marinera» tiene sus límites, es verdad, y no menos cierto es que no es comparable a otros grandes eventos de la Pasión, pero sus características -actos rápidos, sencillos, fáciles de ver…- acaban por convertirse en una oferta casi inesperada para aquellos que callejean o que, una vez llegados a la ciudad, lo conocen. Sólo con eso ya se consiguen picos de presencia más que estimable. De momento, los datos son más que interesantes y se convierten en una oferta más dentro de la inagotable propuesta de una ciudad que vive «hacia afuera».
El caso es que las calles de los Poblats recuperaron, esta vez sí, la animación frustrada el Lunes Santo. Sin importar demasiado el frío. El Grao acogió el primero de los encuentros: Dolorosa y Nazareno, en la explanada de las Atarazanas tras romper con tambores el silencio de unas calles donde los establecimientos de hostelería no estaban tan abarrotados como en otros días, que llegará.
Para la anécdota, la avería del vehículo que lleva la Dolorosa, al que se le rompió la dirección cuanto trataba de volver a entrar en Santa María del Mar. Hubo que echar mano de una merotiria «chapucilla» para devolverla a su sitio, ya en la intimidad, sin banda de música.
Al otro extremo la pasión popular se puso en la procesión del Pretorio, con el Ecce-Homo (la imagen más popular, dolorosas aparte) y Jesús en la Columna ante unas calles abarrotadas. Entrada la noche continuaban sonando los tambores por las calles con la procesión de las Cinco Llagas.
Actos para hoy
La Pasión llega a sus días grandes, de los que el Miércoles Santo es su anuncio.
Tal día como éste se lleva a cabo la principal representación que tiene lugar en la fiesta de los Poblats Marítims: el Prendimiento de Jesús. Los Longinos acudirán a las 19.30 horas a prender a Jesús desde el número 196 de la calle de la Reina. Es una representación incruenta en la que será llevado por las calles del Cabanyal inmovilizado de muñecas hasta la Iglesia de Los Ángeles. Una vez allí, el personaje de Carne y Hueso pasa a ser un Cristo de imagen, al que se le dará a probar el vinagre y se le alanceará en el costado, simbolizando la muerte del Redentor.
Media hora después será la Procesión de la Reconciliación y Oración por la Paz, que sale de la propia plaza de los Ángeles y que llega a. Jardín de la Remonta, donde se rezará ante el Olivo de la Paz.
En el Canyamelar se celebra sobre las 20 horas la procesión El Arte en la Imaginería, llamada así porque participan en la misma hasta cuatro imágenes de otros tantos colectivos que salen desde la Iglesia del Rosario.
En San Rafael (en el Cabanyal, casi tocando el Canyamelar), saldrá el Cristo Yacente a las 20 horas y, a las once de la noche, el Cristo del Salvador y del Amparo -preludio de su encuentro del Viernes Santo por la mañana, en el que es su acto más conocido-.
Por último, también es día grande para la parroquia más alejada de los itinerarios clásicos, la de San Mauro, que procesionará con su Cristo de la Concordia desde las ocho y media por el barrio de la Creu del Grau, al otro lado de la Avenida del Puerto.
Accesibilidad los días grandes
El Santo Entierro y el Desfile de Resurrección tendrán un espacio reservado para personas con movilidad reducida, para que puedan asistir y disfrutar de ambos actos, los más emblemáticos de la Semana Santa Marinera. Estará ubicado en el número 68 de la calle de la Reina junto a la grada de autoridades y dispondrá de la asistencia de voluntarios.