Sin nieve en la cumbre. Sin colas en los accesos al Teide. Sin noveleros deslizándose por el blanco sobre bolsas de basura o buguis. Así ha sido este invierno en Tenerife y es la primera vez en los últimos 108 años –desde 1916– que no ha habido acumulación de nieve en la Isla.
Así lo ha indicado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que informa de que el invierno en Canarias, que va del 1 de diciembre al 29 de febrero, ha sido el más cálido desde 1961 con una temperatura media de 17,7ºC, lo que supone 2,5ºC por encima de lo habitual, unos meses que estuvieron marcados por la presencia constante de calima y la escasez de precipitaciones.
El delegado territorial de Aemet en Canarias, David Suárez, durante la reciente presentación del balance climático del invierno y la predicción estacional para la primavera en las islas explicó que el invierno 2023/24 ha tenido en las islas un carácter general de «muy cálido», aunque con extensas zonas de «extremadamente cálido». Por provincias, la temperatura media en Las Palmas ha sido de 18,9ºC (+2,4ºC por encima de lo normal) y en Santa Cruz de Tenerife de 16,3ºC (+2,6ºC).
Estos datos evidencian el progresivo avance de la aridez en el archipiélago y, ante la falta de lluvias, se pueden producir trastornos o acusada ausencia de floración en muchas especies, según destacan los expertos.
Por meses, la temperatura media en Canarias durante diciembre fue de 17,2ºC (+1,3ºC) —el cuarto diciembre más cálido desde 1961–, en enero de 17,9ºC (+3,1ºC) –el más cálido– y en febrero de 17,9ºC (+3ºC) –también el más cálido–.
Asimismo, la temperatura más alta del invierno en las islas se dio el 16 de enero en La Oliva (Fuerteventura) con 31,7ºC y la más baja de -3,8ºC los días 23 y 26 de diciembre en Las Cañadas del Teide (Tenerife).
Solo ha llovido el 28% de lo previsto
Respecto a las precipitaciones, este periodo estacional ha tenido un carácter «muy seco», el séptimo más seco desde 1961, ya que se registraron 36,6 mm, lo que representa que sólo ha llovido el 28% de lo que se esperaba para estos meses. En diciembre, llovió el 41% de lo que se estimaba, en enero el 13% y el febrero el 23% de las precipitaciones que se esperaban.
Por otro lado, el invierno estuvo marcado por la constante presencia de polvo en suspensión, notificándose hasta seis días de calima intensa, mientras que la media del periodo 1991-2022 es de 4,2 días.
En todo el invierno, sólo hubo doce días sin calima en las islas, por lo que el 85% de los meses de diciembre, enero y febrero hubo polvo en suspensión.
En lo que a la temperatura del mar se refiere, en Canarias ha tenido una temperatura media de 21,7ºC durante el invierno, dato que representa 1,6ºC más alta de lo habitual.