La Policía Nacional ha detenido a los seis integrantes de una banda sospechosa de haber robado en ocho viviendas situadas en urbanizaciones de lujo de Madrid, entre ellas las de los futbolistas Radamel Falcao, del Rayo Vallecano, y Rodrygo Goes, del Real Madrid.
Seleccionaban sus objetivos a través del análisis de sus redes sociales, de donde obtenían y estudiaban fotografías y vídeos que familiares y personas del entorno de los deportistas publicaban del interior de las casas, ha informado la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
Fuentes policiales han señalado que en total sustrajeron efectos por valor de 1,8 millones de euros y tenían preferencia por los relojes de alta gama y las joyas, pues su salida al mercado ilícito es más sencilla.
La banda, formada por españoles, marroquíes y un italiano, funcionaba de forma estructurada: dos cabecillas, que siempre llevaban a cabo los robos; dos colaboradores, que en ocasiones realizaban labores de vigilancia y apoyo; la mujer de uno de ellos, quien usualmente vendía los efectos sustraídos; y el dueño del local de compraventa, quien los adquiría.
Comenzaron a actuar a partir julio de 2022 y cometieron ocho robos en las localidades madrileñas de Alcobendas, Pozuelo de Alarcón y Torrelodones, así como en Madrid capital.
Fue en esas fechas cuando los dos líderes intentaron robar en la casa del futbolista brasileño de Real Madrid Rodrygo Goes, en Alcobendas, pero tuvieron que huir al ser sorprendidos por un empleado del hogar.
Pasaron diez meses hasta que lo volvieron a intentar en el mismo domicilio, esta vez con éxito, y robaron efectos por un valor aproximado de 500.000 euros, entre los que destacaban relojes de alta gama y piezas de joyería.
En este caso, los agentes situaron a tres varones en el escenario de los hechos, quienes lograron acceder a la vivienda tras saltar una valla y que posteriormente huyeron en un vehículo.
Los investigadores del Grupo XI de brigada de Policía Judicial de Madrid relacionaron estos dos sucesos, consiguieron identificar uno de los dos vehículos que emplearon y centraron la investigación en su propietaria, pareja sentimental de uno de los supuestos ladrones.
El análisis de sus movimientos les situaba en el robo sufrido por el jugador colombiano del Rayo Vallecano Radamel Falcao, el pasado noviembre en su chalé de la urbanización de La Florida, en el distrito de Moncloa-Aravaca.
Ese día, los supuestos autores llegaron a retener a una empleada del hogar mientras conseguían su botín. Para llegar y para huir utilizaron un turismo sustraído y una motocicleta con una matrícula modificada.
Además, también lograron robar en la casa de Torrelodones de un importante empresario cuya identidad no ha trascendido.
Rastreo de redes sociales
Avanzadas las pesquisas, los investigadores identificaron a los dos colaboradores, encargados también de facilitar a los ladrones la información acerca de posibles objetivos, todos ellos personas de alto poder adquisitivo.
Utilizaban el contenido que los dueños de las viviendas publicaban en redes sociales para identificar efectos de gran valor, estudiar la distribución de los espacios e incluso para conocer cuándo se encontraban ausentes.
También realizaban trabajo de campo en zonas acaudaladas de Madrid y, si observaban, por ejemplo, a alguien con un reloj de alta gama, le seguían hasta su domicilio para estudiar los sistemas de seguridad y la viabilidad de acceso, según ha explicado este miércoles una de las investigadoras a los periodistas.
Conscientes de ello, la Policía reforzó la vigilancia en las urbanizaciones exclusivas y se frustraron dos intentos de robo. Uno de ellos, en la casa de otro futbolista de primera división en La Finca, una exclusiva urbanización de Pozuelo.
Una tienda «Compro oro» del centro
Por otra parte, rastrearon los efectos sustraídos y llegaron hasta un italiano que regentaba un establecimiento dedicado a la compraventa de metales preciosos de una céntrica calle de Madrid, al que la mujer acostumbraba a llevar los botines.
Con esa transacción, sospechan los investigadores después de analizar las cuentas del establecimiento, la banda introducía las joyas y relojes en el mercado negro y blanqueaban sus ganancias.
El pasado 13 de febrero se detuvo en Toledo, Ávila y Madrid, a los seis implicados y el Juzgado de Instrucción número 14 de Madrid decretó el ingreso en prisión provisional de tres de ellos.