Xavi se volvió loco con el gol de Fermín, que le abrió el camino de los cuartos de final de la Champions tras ganar al Nápoles (3-1). Pegó un bote de alegría y se dirigió luego al banquillo para festejarlo con su staff. Pero esa inmensa alegría del técnico azulgrana quedó superada con el 2-0, obra de João Cancelo, pero digno de entrar en el catálogo de los contragolpes perfectos. A pesar de el palo izquierdo de la portería de Meret escupió el envenenado disparo de Raphinha, pieza fundamental en los dos tantos del Barça. Xavi no paraba de dar botes y más botes de alegría en el área técnica, y con toda la razón del mundo, porque su plan de partido había salido perfecto. Al inicio. Y al final.
Ni un cuarto de hora y 2-0 iluminando el luminoso de Montjuïc, que recibió la visita de 50.301 espectadores. La mejor entrada de la temporada para el mejor fútbol visto en la montaña olímpica. «Hemos recibido muchas críticas injustas», dijo el entrenador en tono reivindicativo. «Pero el equipo ha demostrado que está para competir en Europa, ha sido excelente en muchas facetas del juego», contó luego un orgulloso Xavi.
Dos goles en 121 segundos
Juego vertical, alegre, dinámico y atrevido desarbolando a un asustado Nápoles. Así llegaron los dos goles, separados por tan solo 121 segundos, sin tiempo apenas para que los italianos se levantaran del primer golpe. Cuando se dieron cuenta ya habían recibido el segundo, prólogo de una noche festiva en Montjuïc.
Mientras un niño de 17 años, 1 mes y 21 días estaba ofreciendo un clínic defensivo. No, no hay que mirarle la edad. Ni tampoco su cara de adolescente, a quien no le dejan sacarse aún su carnet de conducir. No es mayor de edad. Y estudia la ESO. Pero se comportó como si llevara toda la vida jugando partidos de Champions. Pues, no. Era su debut en la gran competición europea. ¡Quién lo diría!
«Salida del balón brutal»
«Es un espectáculo verle jugar. Nunca se pone nervioso, tiene una personalidad muy tranquila, con una salida del balón brutal», dijo el técnico sobre Cubarsí. Y sostenido por el acné juvenil de ese niño de Girona, el técnico decidió mirar al banquillo para rescatar al capitán.
«Es un espectáculo ver jugar a Cubarsí. Nunca se pone nervioso, tiene una personalidad muy tranquila, con una salida del balón brutal»
No jugaba desde enero Sergi Roberto y apareció para ser decisivo en la segunda mitad cuando las ‘vacas sagradas’ adquirieron el protagonismo que se les exigía y correspondía. Gündogan inventó un pase para iniciar la jugada del 3-1. El alemán rasgó a la defensa italiana con un pase soberbio para encontrar a Sergi Roberto, quien oteó la figura en el área pequeña de Lewandowski, sellando el convincente triunfo azulgrana.
«Sergi, Oriol y João Félix nos han dado frescura. Tiene mucho mérito lo que ha hecho este equipo», contó el técnico, quien corría enloquecido con la banda. Sus ayudantes, también. Los suplentes se unían a ese gigantesca celebración colectiva que reunía a 50.301 aficionados, aunque 3.000 eran italianos. «Ha sido uno de los mejores días de mi vida, estamos en cuartos después de cuatro años», contó el niño, que fue elegido el mejor de la noche.