La Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) ha denegado a la Superliga impulsada por Florentino Pérez el registro de su marca tras casi tres años de batalla legal, según la documentación a la que ha tenido acceso a El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica. Una decisión que implica que el proyecto de competición no podrá explotar a nivel europeo la marca The Super League, por lo que tendrá que buscar otro nombre diferente para la competición, si es que esta llega algún día a convertirse en una realidad.
El motivo del rechazo al registro de la marca es la oposición de la liga danesa, llamada Superligaen y cuya marca comercial es Superliga. La EUIPO, tras un proceso plagado de recursos y de plazos extendidos que se inició en julio de 2021, ha dado la razón a la principal competición de Dinamarca, que entendía que la similitud de la marca de The Super League colisionaba con los derechos de la suya, registrada en la UE muchos años antes.
El organismo radicado en Alicante entiende en su resolución que «la marca impugnada [The Super League] podría conseguir una ventaja injusta del carácter distintivo o del renombre de la marca anterior», en referencia a la Superliga danesa, dado, principalmente, el reconocimiento y buena imagen de la que goza la competición nacional en Dinamarca y la similitud gráfica y fonética de las dos marcas.
La decisión, no obstante, es recurrible ante la propia EUIPO y es probable que los impulsores de la Superliga agoten los recursos para tratar de salvar el registro de su marca. Esta resolución, firmada el pasado jueves y comunicada a las partes el viernes, llega además pocos días antes de que tenga lugar el juicio de la Superliga contra la UEFA y la FIFA, cuya vista oral está prevista este jueves en un juzgado de Madrid.
Casi tres años de disputa legal
La disputa por la marca Superliga arrancó en abril de 2021, cuando los entonces 12 clubes fundadores de la Superliga (pronto se quedarían en tres: Real Madrid, Barcelona y Juventus) registraron esa marca ante la EUIPO, apenas tres días antes de anunciar públicamente su lanzamiento, causando una enorme conmoción en el fútbol continental.
En el mes de julio, la liga danesa reacciona al registro de la marca The Super League mediante un escrito de oposición dirigido a la EUIPO. En su comunicación al organismo europeo, desde Dinamarca argumentaban que poseían la licencia de uso del término Superligaen desde 2013 (denominación que venían utilizando desde 2010) y que la creación de una liga con un nombre casi idéntico puede perjudicarle en diferentes contextos, aprovechándose de su prestigio en el país o incluso dañando su imagen.
El 2 de septiembre de ese mismo año, la EUIPO admitió a trámite el recurso de la Superliga danesa. La reacción de la empresa que manejaban en ese momento Real Madrid, Barcelona y Juventus (los italianos ya no forman parte del proyecto, aunque el Nápoles ha emergido recientemente como aspirante a sumarse) fue ponerse en manos del despacho especializado Isern Patentes y Marcas, cuya sede está en Barcelona.
Fracaso en las negociaciones
Arrancó entonces un periodo de «enfriamiento», destinado a que las partes alcancen un acuerdo entre ellas, que legalmente podía extenderse durante dos años. Sin embargo, tras dos meses y medio de conversaciones, Dinamarca estimó en febrero de 2022 que no había posibilidad de alcanzar un pacto que le satisficiera y optó por romper la baraja, llevando el caso hasta el final.
Durante los dos últimos años, el caso se ha ido enmarañando con recursos, solicitudes de ampliación de plazas y requerimiento de documentación por parte de la EUIPO hasta desembocar en la resolución conocida ahora, que forzará a la Superliga a tener que buscar otro nombre para la competición que quiere impulsar y que en la actualidad cuenta con el apoyo público de solo tres equipos: Real Madrid, Barcelona y Nápoles.