Jonas Vingegaard dejó la Tirreno-Adriático vista para sentencia en el Monte Petrano. La prueba italiana finaliza este domingo con una etapa llamada a resolverse en un esprint porque lo que el danés no debe pasar por ningún problema para sumar la segunda ronda por etapas de 2024 y el séptimo triunfo de la temporada cuando aún no se ha superado la primera quincena del mes de marzo.
Casi se podría decir que hay que empezar a mirar el nombre del corredor que hace segundo en una carrera donde participa el doble vencedor del Tour y máximo aspirante a repetir victoria en julio si Tadej Pogacar se lo permite. Y si se mira la clasificación de la Tirreno-Adriático y lo que ha sucedido en las dos únicas etapas en línea con salsa picante siempre en segundo lugar de Vingegaard ha aparecido Juan Ayuso, que este domingo acompañará al astro escandinavo en la segunda plaza del podio por delante de Jai Hindley, el vencedor del Giro de 2022, y que pese a exhibir una careta ofensiva, actuar con valentía y poner a su equipo, el Bora, a trabajar a destajo, nada pudo hacer para noquear a Vingegaard.
El danés se fugó en solitario a seis kilómetros de la meta para conseguir la segunda victoria en Italia que se añade a los tres triunfos de etapa que logró en O Gran Camiño, aparte de la clasificación general de la prueba gallega.
Ayuso, además, fue el único que intento pegarse al danés cuando cambió de ritmo tras el ataque de Hindley. Y casi sucumbe en el intento. Es imposible. Hindley ya lo había adivinado y al corredor español no le quedó otra que trabajar con el ciclista australiano para jugarse luego la segunda plaza de la etapa en el esprint disputado entre ellos.
La mirada de Juan Ayuso
Por eso, casi conviene más contemplar la Tirreno-Adriático con la mirada de Ayuso, que este año debuta en el Tour con el peaje de correr en el mismo equipo que Pogacar pero todavía con muchísima letra que poner para ver cómo afronta la ronda francesa y de qué manera el conjunto del UAE. El año pasado Pogacar fue segundo de la general, pero Adam Yates, que también estará en la Grande Boucle, acabó en la tercera plaza. Muy pero que muy interesante, con otros actores como Remco Evenepoel y Primoz Roglic, resultará este año la batalla del Tour.
Porque Evenepoel tratará este domingo de imponerse en la París-Niza en una etapa final que recorre buena parte de los montes que rodean la capital de la Costa Azul, llamada a ser este 2024 la última meta del Tour. Si Evenepoel, y por supuesto Roglic, no estuvieran en competición muy difícil se le tendría que poner la situación a los estadounidenses Brandon McNulty y Matteo Jorgenson para que uno de los dos no se llevase la ‘carrera del sol’, disputada este sábado con frío y lluvia.
Pero con Evenepoel, a apenas 36 segundos del jersey amarillo y con un terreno magnífico para él, la prueba no está ni mucho menos resuelta después del triunfo, este sábado, de Aleksandr Vlasov, compañero de Roglic, precisamente por delante de Evenepoel y de la estrella eslovena.