La historia de la repoblación de Ascaso es la de propuestas imaginativas en torno al cine. Así surgió la Muestra más pequeña del mundo y, ahora, sus habitantes ya están pensando en un proyecto que dinamice todavía más el lugar. Se trata de rehabilitar la última casa del municipio que aún no lo está y convertirla en un centro de posproducción y montaje.
«Junto a Doñana, Ordesa es el territorio español donde más documentales de naturaleza se ruedan. Además, el Sobrarbe es un territorio de cine y hay mucha gente haciendo documentales. Ahora, la gente se trae los aparatos y tiene que montarlos en la habitación de un hotel o bien llevarse lo que ha grabado a otro sitio, generalmente Madrid o Barcelona. ¿Qué pasa? Que de repente ven que el quebrantahuesos que han grabado ha salido borroso y la única solución es volver aquí con todo el material», relata Miguel Cordero, presidente de la Asociación de Vecinos y Vecinas Los Relojes.
Ante esta carencia, desde Ascaso plantean hacer en esa casa «un pequeño centro con dos o tres habitaciones para directores y montadores que tenga una pequeña sala de montaje con una cocina. Y, junto a eso, planteamos hacer un albergue en la parte de arriba para poder traer colegios e institutos que puedan venir a trabajar con ese director», plantea Miguel Cordero, que va más allá: «Se puede invitar al director a que haga cine en Sobrarbe y a cambio que dé clases a los chavales o haga actividades con ellos, eso le daría mucha vida a Ascaso».
Cultura de los despobladores
De momento es «solo un proyecto» aunque ya está redactado y el Ayuntamiento de Boltaña ya ha dado un primer paso importante, «comprarle la casa a sus antiguos propietarios». De hecho, este año se presentó a los fondos Next Generation pero no fue uno de los proyectos elegidos. Aunque no hay una cifra fijada definitiva, «la reconstrucción de la vivienda estaría en torno a 500.000 euros y luego habría que dotarlo y amueblarlo pero no se iría mucho más», cree Miguel Cordero, al que no le asusta la cifra: «Si fuera en Zaragoza a nadie le parecería que es mucho dinero pero si es en Ascaso parece que es algo muy gordo, es lo que tiene la cultura de los despobladores. Necesitamos el apoyo de las administraciones dentro de la estrategia de fortalecer la cultura aragonesa más allá de Zaragoza», afirma con rotundidad el propio Miguel Cordero.
Sería un gran paso más para el proyecto de Ascaso que, antes, tiene que acometer algo más urgente: «Cuando se hizo la central fotovoltaica, esa electricidad que se genera se vierte sobre un antiguo cable y ese no es trifásico y está en malas condiciones. Es urgente cambiarlo por seguridad y estamos negociándolo», dice el presidente de la asociación.
Junto a esto, a día de hoy, «el pueblo no tiene saneamiento, estamos vertiendo al monte y las administraciones públicas, como es lógico, están obligadas a garantizar el saneamiento. Es un tema que hay que abordar también cuanto antes», concluye Miguel Cordero.