El partido entre el Valencia y el Real Madrid finalizó con los jugadores blancos rodeando a Gil Manzano pidiéndole que les concediese un gol claramente fuera de tiempo y después de advertir que el córner anterior sería la última acción del partido. A pesar de ello, desde los jugadores hasta el aparato mediático madridista pusieron el grito en el cielo con una ‘pataleta’ que fue desde el campo hasta el túnel de vestuarios, donde algunos futbolistas se liaron a golpes con el mobiliario, y acabó en los micrófonos con declaraciones que ‘retan’ a la RFEF a imponer sanciones si no quieren incurrir en un nuevo agravio comparativo en favor del equipo de Chamartín.
Y es que en la memoria del valencianismo sigue viva la sanción de cuatro partidos a José Luis Gayà por unas declaraciones tras un partido contra Osasuna en las que señaló lo siguiente: «Es la tónica que llevamos esta temporada. Le tienen que avisar de un penalti clarísimo. El árbitro lo ha visto y no ha querido pitarlo. Lucharemos contra todo y seguiremos adelante», unas palabras que el Comité de Competición sancionó por cuestionar «la imparcialidad y honradez» del árbitro. Pues bien, tras el encuentro en Mestalla Vinícius también señaló la responsabilidad del colegiado en el hecho de no haber ganado: «Al final no hemos podido porque no nos han dejado». Ahora el Departamento de Integridad se encuentra en la tesitura de aplicar la ley igual que en el caso del capitán valencianista o, por el contrario, beneficiar al Madrid haciendo oídos sordos a estas declaraciones.
Otra de Real Madrid TV
Desde los medios oficiales del club presidido por Florentino Pérez volvieron a cargar contra Gil Manzano, el árbitro con el que ostentan el mayor porcentaje de victorias de toda su historia, con acusaciones muy graves: «Insólito, inaudito, bochornoso, auténtico atraco. Recordemos que Gil Manzano pitó tres penaltis en contra del Madrid en Mestalla. Nos robó el gol de la remontada. Los que no nos siguen no pueden ver lo que decimos. Hoy lo ha visto todo el mundo porque Gil Manzano defiende que ha pitado antes. Se inventa un nuevo reglamento», señalaban.
El surrealismo de la narración de la televisión madridista no quedó ahí, ya que además de cargar con dureza contra LaLiga volvieron a sembrar la duda con la honestidad de los colegiados: «Creo que había porra entre los árbitros por ver quién expulsaba antes a Bellingham», dijeron sin ruborizarse desde un ente oficial.
Conducta poco ejemplar
Más allá de los rajes hacia el colegiado por parte de los jugadores y del entrenador y de la manera de expresarse desde la televisión del Madrid, la conducta de los madridistas desde el pitido final fue muy poco ejemplar. Primero por el talante agresivo con el que se dirigieron al árbitro, teniendo que intervenir los jugadores del Valencia para separar, y segundo por la que montaron en el túnel de vestuarios. Para empezar se enfrentaron con los miembros de la empresa de seguridad de Mestalla Además de ello, según informó Relevo, Tchouameni rompió con rabia un panel de las ‘flash interview’ de LaLiga y Rüdiger también resquebrajó una lona de publicidad.