Sin planta de reducción directa de mineral de hierro (DRI) con hidrógeno verde, parte de la actividad siderúrgica de Asturias se trasladará al País Vasco, el otro gran foco de producción de la multinacional ArcelorMittal en España.
El plan de descarbonización de más de 1.000 millones anunciado en 2021 por la familia Mittal y Pedro Sánchez incluía –además de la planta DRI que no acaba de aprobar la multinacional y el horno híbrido de arco eléctrico que comenzará a construirse en abril en Gijón– una transformación de la planta de Sestao (Vizcaya) para convertirse en la primera acería del mundo con cero emisiones de carbono en el conjunto de su proceso productivo. El plan reforzaba la posición central de Asturias porque el DRI previsto para Gijón abastecería de prerreducidos de hierro sin emisiones tanto al nuevo horno eléctrico para productos largos (alambrón y carril) de Gijón como para los optimizados hornos eléctricos de productos planos (chapa) de Sestao.
El uso de arrabio para el nuevo horno eléctrico de Veriña mermará el suministro a la acería de Avilés
Sin planta DRI en Gijón, el esquema cambiaría. El cierre de uno de los dos hornos altos de Gijón (el A) ya no tendría alternativa y un único horno (el B, con una capacidad de producción de 2,3 millones millones de toneladas) no sería suficiente para abastecer la capacidad de producción de la acería de productos planos de Avilés (más de 4 millones de toneladas). Además, ArcelorMittal baraja como alternativa al DRI de Gijón alimentar el nuevo horno eléctrico de productos largos de Gijón o bien con una mezcla de chatarra y prerreducidos de hierro fabricados en Estados Unidos, o bien con una mezcla de chatarra y arrabio de alto horno de Gijón, lo que mermaría aún más la capacidad de suministro para la acería de Avilés y tendría efectos en todos los talleres que cuelgan de ella (hojalata, galvanizado, chapa gruesa…).
Sin DRI en Gijón, la siderurgia asturiana ya no participaría tampoco en el previsto despegue de la acería eléctrica de Sestao, que al fabricar acero reciclado y producido con energía renovable bajo la marca XCarb está recuperando cuota de mercado ante la demanda creciente de acero bajo en emisiones. Tras años de funcionamiento intermitente, la acería de Sestao está ganando estabilidad con una producción superior a las 300.000 toneladas de acero anuales y el objetivo de ArcelorMital es que alcance los 1,6 millones de toneladas con sus dos líneas a plena capacidad. La acería de Avilés, con chapa de mayor calidad, no puede competir en el segmento de bajas emisiones y, de hecho, ha perdido carga de trabajo en favor de acerías electricas del grupo. Por ejemplo, el acero para los colosos eólicos de Vestas se laminará en el tren de chapa gruesa de Gijón pero no se producirá en Avilés.