La Fiscalía Anticorrupción considera que el empresario Juan Carlos Cueto Martín es el auténtico cabecilla de la trama que logró contratos sin concurso por 53 millones a instancias del ‘conseguidor’ Koldo García Izaguirre, asesor de José Luis Ábalos en el Ministerio de Transportes.
Este hombre era realmente quien controlaba la firma Soluciones de Gestión y Apoyo de Empresas SL, integrada en el Grupo Cueto, que según la Fiscalía Anticorrupción fue utilizada como una empresa «instrumental» para esconder al auténtico beneficiario de los contratos de los ministerios de Transportes y del Interior. Estos fondos se destinaron a la compra de terrenos en Galicia y a varias transferencias bancarias de una empresa brasileña.
La empresa fue seleccionada con anterioridad a las publicaciones oficiales que daban a conocer las necesidades del Ministerio de Transportes de cara a la compra de mascarillas. Y parte de las ganancias obtenidas por Soluciones de Gestión en los contratos obtenidos gracias a la intermediación de García Izaguirre fueron transferidos a una cuenta bancaria en la entidad Itau-Brasil de la empresa Suro Capital. Por su parte, De Aldama Delgado realizó una transferencia de 1,6 millones a una sociedad controlada en última instancia desde Luxemburgo.
Carballeda de Valdeorras
Otra parte de las plusvalías que logró la firma bajo sospecha se destinaron a la compra de fincas rústicas en la comarca de Barco de Valdeorras, en concreto en el término municipal de Carballeda de Valdeorras. «Estas fincas fueron adquiridas por Soluciones de Gestión SL para después ser traspasadas a Comercializadora Pizarras Santa Bárbara SL, también integrada en el Grupo Cueto, En este operativa interviene Juan Carlos Cueto en su calidad de líder del Grupo Cueto y José Luis Rodríguez García», completa la Fiscalía Anticorrupción.
En la trama también participó el presidente del Zamora CF, Víctor de Aldama Delgado, quien junto a Cueto, a pesar de que no figuraban documentalmente como responsables de las empresas, percibieron «cuantías económicas que podrían alcanzar las cifras de más de 6 millones y más de 5 millones de euros respectivamente».
García Izaguirre y De Aldama coincidieron en un contexto laboral en 2018, al mismo tiempo que el asesor de Ábalos también mantenía «una relación directa y estrecha» con el presunto cabecilla de la red corrupta.