A juzgar por la hora y cuarto de reunión previa, solos, entre la consellera de Territori, Ester Capella, y el ministro de Transportes, Óscar Puente, todo apuntaba que la constitución de la comisión política sobre el traspaso de Rodalies estaba bien encarrilada. Los dos responsables del Govern y el Estado en materia ferroviaria se han encontrado en Barcelona, en la sede del Departament, para arrancar formalmente una delegación de competencias pactada en noviembre fruto del acuerdo para investir a Pedro Sánchez.
Con un par de semanas de retraso respecto a la previsión inicial (como consecuencia del conflicto de los agricultores y, de rebote, de los transportistas), Puente y Capella se han encontrado con sus respectivos equipos en la capital catalana. Han hecho gala de buena sintonía también en público y han insistido en la voluntad de avanzar para que el traspaso sea una realidad cuanto antes. El ministro, gráficamente, ha subrayado: «No estamos aquí para marear la perdiz».
Seis comisiones
La consellera ha explicado tras acabar la reunión que han acordado constituir seis comisiones que trabajarán en paralelo en las distintas áreas que deben concretar el traspaso. Se trata del grupo de traspaso de la operadora, del de servicios ferroviarios, otro de infraestructuras, el jurídico-administrativo, el del Pla de Rodalies y el de asuntos económicos.
Por la parte catalana han acompañado a la consellera otras cuatro personas: el secretario de Mobilitat i Infraestructures, Marc Sanglas; el coordinador de Rodalies, Pere Macias; el director general de Coordinació Interdepartamental de la Conselleria de Presidència, Marc Ramentol; y el secretario general de Territori, Joan Jaume Oms.
En el otro lado de la mesa, junto al ministro Puente, estaba el secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano; la secretaria general de Transporte Terrestre, Marta Serrano; el presidente de Renfe, Raúl Blanco; y el comisionado para el corredor Atlántico José Antonio Sebastián.