Suma y sigue el escándalo de acoso sexual que sacude al PSOE. En apenas dos semanas, ya son seis los casos conocidos y el partido asume una hemorragia interna que avanza por distintos territorios sin señales de frenarse.
Este viernes, en cuestión de minutos, dimitieron la secretaria de Igualdad del PSdeG, Silvia Fraga, y el alcalde de Belalcázar (Córdoba), el socialista Francisco Luis Fernández.
Al mismo tiempo, el PSPV abrió una investigación interna por una denuncia contra Toni González, alcalde de Almusafes y número dos del partido en Valencia.
La oleada alcanza todos los niveles del PSOE: desde exresponsables de Moncloa hasta alcaldes y dirigentes autonómicos.
Los casos implican a Paco Salazar, Antonio Navarro, José Tomé, Javier Izquierdo, Francisco Luis Fernández y Toni González. Es el MeToo del PSOE.
El primer caso en estallar fue el de Paco Salazar, exasesor de Moncloa, el 5 de julio.
Dos trabajadoras denunciaron de forma anónima en el canal interno del PSOE conductas «inadecuadas» de Paco Salazar.
Las quejas estallaron justo cuando iba a incorporarse al nuevo equipo de la Secretaría de Organización tras la entrada en prisión de Santos Cerdán.
El PSOE tardó cinco meses en cerrar su informe. Dejó el caso en un limbo interno mientras decía que no lograba localizar a Salazar.
Ferraz solo aceleró cuando el caso saltó a los medios.
Las denunciantes señalaron también a Antonio Hernández, alto cargo de Moncloa, como «cómplice y encubridor» de Salazar. Este martes, el Consejo de Ministros lo cesó como director de Coordinación Política.
El segundo escándalo llegó desde Torremolinos. En junio, una concejala denunció por acoso sexual al entonces líder local del PSOE, Antonio Navarro. Aportó mensajes y llamadas que, según su relato, generaron un entorno «intimidatorio».
Tras meses sin avances internos, acudió a Fiscalía en noviembre. El PSOE suspendió a Navarro como militante el pasado 5 de diciembre.
La crisis se agravó con el caso de José Tomé, expresidente de la Diputación de Lugo. Esta semana se hicieron públicas seis denuncias internas por tocamientos y mensajes obscenos.
Las denunciantes, militantes del PSOE en Lugo, hablan de que Tomé enviaba imágenes explícitas y les ofrecía trabajo a cambio de favores sexuales.
Tomé dimitió de la presidencia de la Diputación, pero mantiene la alcaldía de Monforte de Lemos y su acta de diputado provincial como no adscrito, pese a las presiones del PSdeG para que renuncie a todos los cargos.
La gestión del caso ha salpicado al líder del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro. Este viernes admitió que conocía desde octubre la existencia de una posible víctima, aunque negó públicamente las acusaciones hasta que la denuncia fue formal.
Y este mismo viernes dimitió la secretaria de Igualdad del PSdeG, Silvia Fraga.
Su salida responde al malestar por cómo se manejó el inicio del caso: no fue consultada para la primera nota oficial y su nombre no aparecía en el comunicado, pese a ser la responsable de Igualdad.
El cuarto caso afecta a Javier Izquierdo, hasta este jueves senador socialista y responsable de Estudios y Programas en el partido.
Sobre él pesan quejas verbales desde julio por «comportamientos machistas» con subordinadas en Ferraz. No existe denuncia formal, pero Ferraz decidió abrir un expediente informativo.
En Córdoba, el escándalo alcanzó al alcalde de Belalcázar, Francisco Luis Fernández Rodríguez. Según destapó ABC, durante meses envió mensajes de contenido sexual a una trabajadora municipal: «Te tengo muchas ganas» o «¿echas de menos una buena comida de almeja?», son algunos de ellos.
Tras hacerse público, presentó su dimisión este mismo viernes.
Y el último caso estalló en Valencia. Una mujer denunció al alcalde de Almusafes y número dos del PSPV, Toni González, por acoso sexual y laboral.
En este caso, la denunciante se identificó con nombres y apellidos. El acusado niega los hechos y sostiene que la denuncia es «falsa» y que responde a una «venganza por un asunto laboral».











