El brazalete inspira a Raphinha. En su sexto partido después de la lesión que le mantuvo dos meses apartado de los terrenos de juego, el brasileño volvió a ser decisivo a la que pudo jugar 87 minutos ante Osasuna. No lo hizo en su posición natural de extremo, pero da igual. Raphinha siempre va a tope y marca las diferencias desde cualquier posición.
El capitán fue situado como interior para que pudiera entrar Rashford en la banda izquierda y ensanchar el terreno de juego. Una idea ofensiva frente a un rival que cerró filas como Osasuna, pero que le costó cuando tuvo que realizar un juego más posicional.
Eso sí, en las situaciones en las que pudo soltarse fue un terremoto. Fueron pocas, pero fundamentales como en el gol que sirvió para abrir la lata. Raphinha arrancó como un cohete, nadie le pudo parar y su disparo fue imposible de atajar para un felino Sergio Herrera.
Un rodaje tras su lesión
En los cinco partidos posteriores a su lesión había marcado un gol, frente al Atlético de Madrid, y había repartido dos asistencias ante el Alavés. Un balance importante, pero aún estaba mermado por su lesión y no podía explotar del todo.
En esta ocasión se vio un Raphinha contenido por el puesto en el centro del campo, pero cuando corría al espacio era una moto que se marchaba a toda velocidad. Su rapidez y remate son las mejores virtudes del que es el mejor jugador del Barça en muchos partidos viendo sus números y sus intangibles.
Clave en la remontada liguera
No es de extrañar que la remontada en la Liga haya llegado después de que saliera de su lesión. Descansó frente al Betis, pero en el resto de partidos posteriores a la derrota en el Bernabéu ha participado de forma relevante para sumar los tres puntos.
El Barça es sólido a la Liga y en parte es gracias a un Raphinha sensacional. Donde no llega el fútbol, le llega el corazón. Y en cuestión de coraje no hay nadie que pueda discutirle lo más mínimo.
Además, para dar tranquilidad, estuvo en el sitio oportuno en el segundo palo en el área pequeña para empujar el balón tras un mal despeje osasunista. Fueron dos goles de oro parea una triunfo que deja, de momento, al Madrid a siete puntos en la clasificación.















