El pulso político por el presupuesto de la Diputación de Alicante para 2026 se ha abierto con una disputa sobre la propia composición de las cuentas. El grupo socialista ha denunciado que el anteproyecto presentado por el equipo de gobierno del PP incorpora más de 40 millones de euros en partidas que hacen referencia a anualidades comprendidas entre 2014 y 2023, una cantidad que sitúan en torno al 11% del presupuesto provincial.
Frente a esa tesis, la vicepresidenta primera, Ana Serna, defiende que se trata de una práctica “habitual” en cualquier administración y que, con la reactivación de las reglas de gasto, la Diputación está obligada a incorporar en las nuevas cuentas proyectos de ejercicios anteriores que no pueden financiarse ya vía remanentes.
Según el PSOE, entre las partidas “arrastradas” figuran algunas de elevada cuantía. Destacan los 10,6 millones de euros vinculados al Plan Provincial de Cooperación a las Obras y Servicios Municipales 2020-2023 en su línea de subvenciones, así como otros 9,7 millones del mismo plan destinados a obras y servicios municipales que aún deben ejecutarse para los ayuntamientos.
A ello se suman 1,37 millones del Plan Provincial de Cooperación 2019-2020 y más de 1,7 millones en inversiones del programa Plan+Agua 2021, además de otras actuaciones procedentes de ejercicios anteriores que siguen pendientes de culminar.
El PP demuestra una falta de ejecución y de gestión que termina pagando la ciudadanía
El diputado socialista José Ramiro considera que esta situación evidencia un déficit de ejecución. “Es incomprensible que la Diputación presente un presupuesto para 2026 cargado con obligaciones económicas de proyectos que datan de hace hasta diez años”, ha señalado, antes de concluir que, a su juicio, “esto demuestra una falta de ejecución y de gestión que termina pagando la ciudadanía y que retrasa inversiones esenciales para nuestros municipios”.
El grupo provincial del PSOE sostiene que la inclusión en bloque de estas anualidades distorsiona la imagen real de las cuentas, al proyectar como nuevas inversiones compromisos de gasto ya acordados y anunciados en etapas anteriores. “No se puede vender como novedad lo que ya estaba comprometido en 2014, 2016, 2018 o 2020. Alicante necesita planificación real, no maquillaje contable”, ha remarcado Ramiro, que ha puesto el foco en las expectativas de los municipios: “Las alcaldesas y alcaldes llevan años esperando obras que se anuncian una y otra vez, pero que no llegan al territorio con la rapidez que merecen”.
La Diputación sigue siendo el gran soporte municipal y no existe ningún problema de gestión
La denuncia se enmarca en una crítica más amplia a la gestión de la institución que los socialistas vienen reiterando en todo el mandato. En ese contexto, el PSOE ha ligado sus objeciones a la ejecución de los planes provinciales con una batería de propuestas para las cuentas de 2026. Entre ellas, el Programa Futuro Rural, dotado con 40 millones y pensado para garantizar la ejecución de los planes de cooperación, combatir la despoblación y reforzar la asistencia técnica a los municipios; el Plan Impulsa Europa, con 12 millones para mejorar la captación y gestión de fondos comunitarios; y una partida de 80 millones que combine una Feria Provincial de Turismo orientada al interior con la reactivación del Bono Consumo, vinculando las cuentas a la dinamización económica local.
Defensa de Serna
Desde el equipo de gobierno, la lectura es radicalmente distinta. La vicepresidenta Serna sostiene que la presencia de proyectos de anualidades anteriores en el presupuesto no solo es “normal”, sino que forma parte del funcionamiento habitual de cualquier administración con planes plurianuales. “Es algo habitual que los presupuestos de cualquier administración recojan partidas económicas correspondientes a obras y proyectos pendientes de anualidades anteriores. No es algo nuevo que haya inventado este equipo de gobierno”, recalca.
La vicepresidenta añade, además, un argumento técnico ligado a la disciplina fiscal. “Con la reactivación de las reglas de gasto ese dinero procedente de anualidades anteriores ya no se puede incorporar con los remanentes, por lo que estamos obligados a incluirlo en las nuevas cuentas”, defiende. En su opinión, el PSOE trata de presentar como “anomalía” lo que en realidad es una obligación derivada del marco presupuestario vigente.
Serna niega de plano que exista un problema de gestión en la Diputación y contrapone a las críticas socialistas una serie de cifras de ejecución. “La Diputación de Alicante sigue siendo el gran soporte para los ayuntamientos de la provincia y no existe ningún tipo de problema de gestión, por mucho que le pese al PSOE. Las cifras así lo demuestran”, afirma.
Según su balance, en lo que va de legislatura se han concedido y gestionado más de 10.000 subvenciones directas a los ayuntamientos por un importe superior a 300 millones de euros y se han terminado más de 1.750 obras con una inversión global de más de 200 millones.
El choque se recrudece en el terreno político. “No sé si es ignorancia o mentir a sabiendas. Cualquiera de las dos opciones me parece grave”, asegura la vicepresidenta, que interpreta las críticas del PSOE como “la praxis habitual de un partido que trata de tapar sus muchos problemas internos y de gestión desacreditando a esta Diputación”.
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