BlackRock sorprende al mercado con una decisión que cambia el peso accionarial en Naturgy

BlackRock redefine su posición en Naturgy en una operación clave para el mercado

El reciente paso de BlackRock en el accionariado de Naturgy ha captado la atención del mercado español y europeo. La operación, canalizada a través del vehículo GIP III Canary 1 S.à r.l. y ejecutada bajo la coordinación de J.P. Morgan, se ha cerrado con una colocación acelerada que reordena el peso relativo de los principales accionistas de la energética.

Según la documentación comunicada al regulador, la colocación se ha dirigido exclusivamente a inversores cualificados y se ha enmarcado en lo previsto por la normativa europea sobre abuso de mercado. El interés mostrado por los participantes ha sido elevado, un indicador de la relevancia estratégica que Naturgy mantiene dentro del sector energético y entre los fondos internacionales.

La cifra que marca un punto de inflexión en la evolución accionarial

La operación incluye la venta de 68.825.911 acciones, lo que representa aproximadamente el 7,10% del capital social de la compañía. El precio fijado, 24,75 euros por acción, implica un descuento del 5,3% respecto al cierre previo de mercado. El volumen total asciende a unos 1.703 millones de euros, una cifra que refuerza la importancia del movimiento y subraya el atractivo que Naturgy mantiene para el capital institucional.

Tras esta desinversión parcial, BlackRock conservará cerca del 11% del capital, sujeto a un compromiso de permanencia durante 90 días. Este bloqueo temporal es habitual en transacciones de este tipo, ya que garantiza estabilidad en el capital y evita presiones adicionales sobre la cotización.

Las implicaciones para Naturgy y el nuevo equilibrio entre accionistas

El reajuste realizado por el fondo estadounidense tiene efectos directos sobre la estructura de control de Naturgy. El incremento del capital flotante por encima del 25% favorece la liquidez y el atractivo bursátil de la energética, una variable clave para fondos y gestoras que operan con criterios de diversificación y rotación.

De forma paralela, el movimiento consolida a Criteria Caixa como primer accionista de la compañía. La menor presencia accionarial efectiva de BlackRock, una vez ejecutada la venta, sitúa al fondo en una posición más financiera y menos orientada al control. Esta transición es relevante, especialmente tras la reciente integración del fondo Global Infrastructure Partners (GIP), que mantenía una participación significativa en Naturgy antes de pasar a estar bajo el paraguas de BlackRock.

El papel de Criteria Caixa ante el nuevo escenario

Con el fortalecimiento de Criteria Caixa, Naturgy afronta una etapa donde su accionariado se reequilibra en torno a un núcleo más estable de inversores estratégicos. Este proceso podría facilitar futuras decisiones corporativas, ya que al reducirse la fragmentación accionarial se incrementa la capacidad de dirección interna.

El mercado ha interpretado este movimiento como un paso más en la reorganización profunda del capital dentro del sector energético español. La operación, aunque no altera la continuidad operativa de la compañía, sí modifica la lectura que realizan los analistas sobre el reparto de poder accionarial y sobre posibles estrategias futuras en ámbitos como inversión, descarbonización o redes.

J.P. Morgan y el mecanismo de colocación acelerada

La participación de J.P. Morgan como coordinador global único es otro de los elementos que ha otorgado visibilidad al proceso. La colocación acelerada, un mecanismo habitual para ventas relevantes de capital en plazos breves, permite ejecutar grandes transacciones sin generar un impacto excesivo en la cotización durante el proceso.

Este tipo de operaciones, como informa elEconomista, suele atraer a inversores institucionales con un perfil sofisticado, habituados a evaluar rápidamente el potencial de un valor en función de su situación financiera y estratégica. En el caso de Naturgy, la respuesta ha sido positiva, reforzando la percepción de estabilidad financiera y atractivo estructural de la compañía incluso en un contexto de transición energética.

Una reordenación que se proyecta sobre el futuro del sector

La venta del 7,1% por parte de BlackRock no solo actúa sobre la foto fija del capital actual de Naturgy, sino que influirá en cómo se estructuran las relaciones entre los grandes grupos financieros con presencia en empresas energéticas. La consolidación de Criteria Caixa y la posición más financiera del fondo estadounidense marcan un cambio de etapa con efectos a medio plazo.

El reequilibrio accionarial se produce en un momento clave para el sector, donde la incertidumbre regulatoria, la evolución de los precios energéticos y las inversiones en infraestructuras energéticas juegan un papel decisivo en la estrategia corporativa. La salida parcial de BlackRock y su permanencia asegurada durante los próximos 90 días garantizan que la transición se produzca sin tensiones adicionales.

El mercado seguirá analizando la evolución de la participación del fondo en Naturgy y las implicaciones de este movimiento dentro de su nueva estructura global tras la integración de GIP. Lo cierto es que esta operación, por volumen y por impacto, se convierte en uno de los movimientos accionariales más relevantes del año dentro del sector energético.

Con este reajuste, BlackRock y Naturgy completan una operación que reconfigura la estructura de poder dentro de la energética y abre una etapa de mayor estabilidad para sus accionistas estratégicos.

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