Marcó el Celta el segundo tanto en el Santiago Bernabeú, una preciosa jugada combinatoria culminada por Swedberg, y los jugadores del Madrid que aún quedaban sin expulsar se desparramaron por el césped. Agotados, frustrados e impotentes, exteriorizaron lo que es el Madrid de Xabi Alonso en las últimas jornadas. Al técnico blanco se le está yendo el equipo de las manos y no parece saber por qué. Y el Barça se le escapa a cuatro puntos. Inimaginable hace poco más de un mes y medio.
La derrota del Barça en el Clásico del Bernabéu (2-1, el pasado 26 de octubre) fue, en realidad, una envenenada trampa para el Madrid del preparador guipuzcoano. Se refugió el conjunto blanco en ese triunfo pensando que era el inicio de la caída azulgrana sin saber entonces que estaba siendo en realidad el origen de una estrepitosa caída propia.
Alvaro Carreras ve la tarjeta roja y Xabi protesta al colegiado en el partido entre el Real Madrid y el Celta / AFP7 vía Europa Press / AFP7 vía Europa Press
El Barcelona se levantó con grandeza. Ha sumado los 18 puntos en juego en los últimos seis partidos, sin permitirse ni un solo resbalón. El Madrid, en cambio, se ha desplomado y solo ha sumado la mitad. Salía de su estadio, ese 26 de octubre, con cinco puntos de renta sobre el equipo de Flick. Ahora, sin embargo, va cuatro por debajo. O sea, los azulgranas le han sacado nueve puntos en poco más de un mes.
Zona de crisis
El conjunto blanco solo ha ganado dos encuentros (Valencia y Athletic), ha cedido tres empates (Rayo, Elche y Girona) y ha encajado una derrota (Celta). Nueve de 18 puntos, un balance que coloca a Xabi Alonso en una posición inesperada, en la zona de crisis. Y su futuro quizá pase por Pep Guardiola y el Manchester City en el encuentro de Champions del miércoles.
«Todos estamos enfadados, no era el partido que queríamos», ha señalado Alonso. «Desde el inicio esa lesión de Militao nos ha hecho daño. Nos ha costado recomponernos. Son solo tres puntos, hay que intentar pasar página lo antes posible. Lo mejor es que tenemos el partido del miércoles con el City para sacarnos el mal sabor de boca”.

El centrocampista del Real Madrid Arda Guler, durante el partido de LaLiga de fútbol que Real Madrid y Celta de Vigo disputan este domingo en el estadio Santiago Bernabéu. EFE/Chema Moya. (Real Madrid) (Celta) / Chema Moya / EFE
Alonso se veía líder, con la propaganda blanca elogiando su trabajo, capaz como había sido de ganar al Barça de Flick, algo que nunca había hecho la pasada temporada Carlo Ancelotti. Perdió el italiano los cuatro clásicos contra los azulgranas. Pero al entrenador blanco se le ha descompuesto el equipo y el Barça disfruta de un fin de semana redondo. Son cuatro puntos de ventaja sobre el Madrid y nueve sobre el Atlético.
Ahora a Alonso hasta se le pregunta por si su puesto peligra en sus comparecencias de prensa. ¿Se ve con fuerzas de seguir?, le preguntaron tras la derrota ante el Celta. “Por supuesto que me siento con fuerza para sacar esto adelante. Todos unidos. No es lo deseado, hay que mirar hacia adelante. Sabemos la exigencia y la autocrítica en este club, pero debemos mirar hacia adelante todos juntos. La afición, los jugadores… Todos”. El técnico, como parte del madridismo victimista, se refugió incluso en la labor arbitral: «Nos ha desquiciado un poco».

Hansi flick celebra uno de los goles frente al Atlético. / Jordi Cotrina
En el Barça, en cambio, el panorama es radicalmente distinto. No solo goleó al Betis (3-5) sino que el equipo de Simeone caía en San Mamés ante el Athletic (1-0), un resultado que unido a la implosión de Madrid agranda las ventajas y las buenas sensaciones del equipo azulgrana.
La vuelta de Joan Garcia, Pedri y Raphinha permite al Barça de Flick caminar fresco y competitivo, firmando números espectaculares. Se le caen los goles de los bolsillos. Suma ya 47 tantos, 15 más que el Madrid de Mbappé, que solo ha anotado 32.
A Alonso se le cuestiona incluso por la falta de intensidad de los suyos. «Todos asumimos la culpa, tenemos que estar juntos en los momentos buenos y malos. No hay que mirar muy a largo plazo, sabemos que la situación es apretada por el tema de las lesiones, cambiando cosas en cada partido, y de cara al miércoles ya veremos». Días grises para el vasco.
Suscríbete para seguir leyendo













