Empieza la campaña para las elecciones extremeñas sin que se perciba el más mínimo cambio en el tono de los líderes estatales, que han trasladado a esa comunidad su campo de batalla. Aunque Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo acuden a Extremadura a apoyar a sus candidatos autonómicos, la realidad es que en sus mítines solo hablan de los mismos asuntos que copan a diario el debate político español. Los comicios territoriales deberían servir para que los distintos partidos expusieran cuáles son sus recetas para afrontar los problemas del territorio en cuestión y no para utilizarlo como un espacio más en su lucha por el poder global. Es evidente que la polarización política lo envuelve todo, pero los líderes de las principales fuerzas parlamentarias tendrían que mostrar un mayor respeto por las preocupaciones de la ciudadanía extremeña, que van mucho más allá de los procesos judiciales de Ábalos y Cerdán. Esas son cuestiones que también les interesan pero que no son su máxima preocupación.
Fuente










