Ni el dinero ni la sonrisa evitan que un deportista sufra por dentro

El caso del futbolista del Málaga CF, Dani Sánchez, ha vuelto a poner el foco sobre la importancia de la salud mental en el deporte de élite. El jugador reveló, a través de un extenso post en Instagram, haber sufrido problemas de ansiedad y los miedos que le han acompañado. Él mismo describió el acto como una liberación, un sentimiento que su propio entrenador, Juan Francisco Funes, calificó como «una gran noticia, primero, para Dani».

Para analizar esta situación, el programa Deportes COPE Málaga ha contado con la intervención de Alba López, psicóloga deportiva del gabinete Psycoinvisible. Como experta, López ha arrojado luz sobre por qué cada vez más deportistas deciden verbalizar un problema que, hasta hace poco, se consideraba un tabú en el vestuario.

La normalización de la ‘lesión invisible’

La psicóloga celebra que se esté normalizando hablar de salud mental. «Desde que son pequeños, están viendo cómo sus ídolos se exponen de una manera pública, que no se trata de una debilidad, sino que se trata de salud, como cualquier lesión, lo que pasa es que esta lesión es invisible«, explica. Este cambio ayuda a que las dificultades se puedan «trabajar de una manera mucho más temprana».

Ni con dinero hace que no te deprimas, ni la sonrisa y el entrenar bien hace que no estés sufriendo por dentro»

Alba López

Psicóloga deportiva

Alba López subraya que la procesión va por dentro y que la personalidad no es un escudo. Casos como el de Dani Sánchez, un jugador conocido por ser «superextrovertido, bromista y siempre de buen rollo», demuestran que nadie está exento. «Ni con dinero hace que no te deprimas, ni la sonrisa y el entrenar bien hace que no estés sufriendo por dentro», afirma la psicóloga, quien añade que no es cuestión de carácter, sino de la enorme exposición a la que se someten los deportistas.

La presión, las redes y la ‘cultura del aguante’

La experta identifica varios factores que agravan la situación: una autoexigencia interna muy grande, la comparación constante y la presión de las redes sociales. Casos recientes como el de Raphaël Varane, campeón del mundo con problemas de depresión desde joven, o Ronald Araujo, jugador del FC Barcelona que recibió «críticas salvajes» tras un mal partido, ilustran perfectamente esta realidad.

Hay que aguantar, hay que resistir, hay que persistir, pero claro, no te puedes quejar»

Alba López

Psicóloga deportiva

A todo esto se suma lo que López denomina la «cultura del aguante«, una mentalidad muy arraigada en el deporte donde no hay espacio para la queja. «Hay que aguantar, hay que resistir, hay que persistir, pero claro, no te puedes quejar», señala. Esta cultura provoca que se retrase la petición de ayuda y que sensaciones como el miedo o el agotamiento no se compartan.

Graeme Wilcockson/Focus Images Ltd/Sipa USA / Cordon Press

Ronald Araujo, tras su expulsión ante el Chelsea

Señales de alerta y el camino a seguir

La psicóloga detalla una serie de señales de alerta a las que el entorno del deportista debe estar atento: cambios en el sueño, el apetito o la energía, irritabilidad, apatía o pérdida del disfrute. También son indicativos la tendencia al aislamiento, los bajones de rendimiento, los dolores de cabeza o musculares y la fatiga. Expresiones como «estoy harto» o «no puedo más» son una clara advertencia.

Varanne reveló varios casos de depresión en su carrera

La solución, según López, es conseguir que el apoyo psicológico se convierta en «un entrenamiento más, igual que el físico». Es fundamental que los deportistas se formen desde pequeños para tener hábitos que les ayuden a desconectar de la presión y a mantener su salud mental equilibrada. La familia, los clubes y las personas que los rodean son clave para informarles de la posibilidad que tienen de trabajar en ello.

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